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Los sindicatos del ámbito de negociación del estatuto marco (SATSE-FSES, CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde) han convocado a los trabajadores del Sistema Nacional de Salud a secundar una huelga indefinida a partir del próximo 27 de enero, que se repetirá cada martes “mientras sea necesario”. Es la primera vez que se ponen de acuerdo todos los miembros sindicales de la mesa sectorial para hacer la convocatoria después de tres años de negociaciones sobre este asunto. “Lamentamos que un Gobierno que se define como progresista haya sido el único que haya conseguido formar un frente común de sindicatos”, ha señalado Begoña Bellell, secretaria del Sector Salud de UGT Servicios Públicos en una rueda de prensa este jueves.
Los sindicatos se quejan de la falta de intención de la ministra de Sanidad, Mónica García, de llegar a un acuerdo “justo, útil y beneficioso para todos los trabajadores y trabajadoras sin excepción, ni privilegios entre colectivos profesionales”. Fernando Hostangas, el presidente del área nacional de Sanidad de CSIF ha denunciado que la situación de la asistencia sanitaria está en constante deterioro y que su demanda “no va solo de condiciones laborales, también de atender correctamente a la ciudadanía”.
Según dice Hostangas, es algo que se está sufriendo de manera muy clara en este momento, al haberse adelantado más de lo previsto la incidencia del virus de la gripe en España. “No hay refuerzos para combatir la epidemia, son insuficientes”, señala. Recuerda que es algo de lo que llevan meses advirtiendo, pero no se ha reforzado el personal de los hospitales. Y en ese contexto, lamenta, “la negociación [por el estatuto marco] ha sido vulnerada y violada”.
El descontento viene también por las “negociaciones paralelas” que ha hecho este Ministerio con las organizaciones de médicos, lo que le convierte en el único con “el dudoso honor” de haber logrado “un frente común sindical”, al que, dicen, no ha dejado otra alternativa que la de convocar una huelga. “La falta de respuesta y la parálisis ministerial están empujando a la sanidad pública hacia un camino sin retorno”, han criticado.
