
El presidente francés, Emmanuel Macron, se comprometió ya en 2017 con el concepto de autonomía estratégica. «En materia de defensa, debemos dar a Europa la capacidad de actuar de forma autónoma, complementando a la OTAN», dijo entonces en un discurso en la Universidad de la Soborna, en París.
Su llamado cayó en oídos sordos. Pero eso ha cambiado por la invasión rusa de Ucrania y, sobre todo, por la reciente reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, quien ha dicho que no quiere garantizar incondicionalmente la seguridad europea.
La Unión Europea (UE) adoptó recientemente el paquete «ReArme Europa». El objetivo es invertir alrededor de 800.000 millones de euros en el sector de defensa hasta 2030. Francia podría jugar ahí un papel central, pero no está sola en esto, dicen expertos.
La experiencia operativa francesa
Se espera que el presupuesto militar anual de Francia se duplique para 2030. Analistas sostienen que un aumento del gasto militar podría generar crecimiento económico adicional de cerca del 1,5 por ciento.
Con cerca de 20.000 empresas que dan empleo a unas 200.000 personas, el sector de defensa francés es la columna vertebral de la UE en materia de defensa, dice Fanny Coulomb, economista de defensa de la Universidad de Ciencias Políticas de Grenoble.
«Francia está presente en prácticamente todos los segmentos de producción», explica. «Tras el fin de la Guerra Fría, en la década de 1990, el gasto se redujo. Pero, después de los atentados en Nueva York del 11 de septiembre de 2001 y la posterior guerra contra el terrorismo, esta tendencia se revirtió. Francia también ha llevado a cabo misiones en el extranjero, como en Libia o en la región del Sahel», explica.
Como resultado de ello, el país ha mantenido una auténtica cultura de guerra, añade Sylvie Matelly. La economista, también especializada en el sector de defensa, es directora del tope Instituto Jacques Delors. «Es necesario comprender con precisión la amenaza para saber qué armas son necesarias. Francia ha conservado esta capacidad analítica, a diferencia de Alemania», explica la experta.
Francia es pionera en los llamados «sistemas de sistemas», es decir, productos de alta tecnología. «Hemos reducido drásticamente la producción de armas ligeras y municiones. Pensamos que sería más fácil aumentar la producción de estos elementos menos complejos», señala Matelly.
Pero, ahora, la reanudación de la producción de armas ligeras y municiones puede no estar libre de problemas, estima Coulomb. «Se necesitarán grandes cantidades de materias primas, que se han vuelto difíciles de obtener desde que entraron en vigor las sanciones contra Rusia, proveedor de materias primas», dice la economista. «Además, necesitamos formar más ingenieros y especialistas. Y está el problema del dinero. El país tiene una alta deuda y debe realizar ahorros drásticos para reducir el déficit presupuestario».
Trump cambia las reglas
«La disputa en la Casa Blanca entre Trump y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a fines de febrero, fue un punto de inflexión», dice a DW François Mattens, vicepresidente de Defense Angels. «Desde entonces me llaman muchos inversores que antes se mostraban indecisos», explica Mattens. Para él, las startups juegan un papel central en el desarrollo de la industria de defensa.
Cailabs también ha visto más interés después de lo ocurrido en la Casa Blanca. La puesta en marchafundada en 2013, produce estaciones de óptica solar, que se comunican con los satélites a través de láseres. Las estaciones pueden establecer conexiones a internet, así como líneas de comunicación seguras, y son competidoras directas de la red satelital Starlink, del multimillonario estadounidense Elon Musk.
«Nuestras estaciones son considerablemente más difíciles de localizar porque no se basan en señales de radio y, además, son demasiado grandes para ser utilizadas en primera línea», explica a DW el director general de la firma, Jean-François Morizur. «Hasta ahora exportamos la mayor parte de nuestros productos a Estados Unidos, pero eso podría cambiar pronto, también gracias a la financiación aprobada por la UE».
Francia y Europa se necesitan
La puesta en marcha parisina Kayrros firmó hace poco sus primeros contratos con empresas de defensa. La firma analiza los cambios en las imágenes satelitales a través de la inteligencia artificial. Esto pronto podría incluir movimientos de soldados.
«Francia desempeñará un papel importante con su experiencia en materia espacial en el desarrollo armamentístico, porque acá hay una especie de pequeño Silicon Valley», sostiene Antoine Halff, cofundador de Kayrros.
«Francia no puede sustituir a Estados Unidos como nuevo líder en materia de seguridad. Acá se trata de cooperar con países como Alemania o Italia», dice a DW, por su parte, la politóloga Delphine Deschaux-Dutard.
(MN/MS)