Ya se había adelantado en diciembre, pero ahora se ha anunciado de forma oficial: 2024 fue el año más cálido registrado en el planeta y el primero en el que se superó en conjunto un aumento de 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales. El preocupante balance climático del año pasado en la Tierra se hace público este viernes, en una acción coordinada por las principales instituciones que monitorean el clima planetario: la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la NASA, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica ( NOAA) de Estados Unidos, la Oficina Meteorológica del Reino Unido, Berkeley Earth y el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF), coordinador del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera del Programa Copernicus.
“El futuro está en nuestras manos: una acción rápida y decisiva aún puede cambiar la trayectoria de nuestro clima futuro”, ha afirmado Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S). En una rueda de prensa celebrada el jueves previa a la difusión de los datos, el climatólogo italiano ha recalcado que estas conclusiones son hechos, no opiniones personales. “Honestamente, me estoy quedando sin metáforas para explicar el calentamiento que estamos viendo”, ha incidido Buontempo, que ha resumido así las consecuencias: “La física subyacente es muy clara. Un pequeño calentamiento global del clima produce fenómenos extremos más frecuentes e intensos, como, por ejemplo, las olas de calor. Una atmósfera más cálida también retiene más humedad, lo que da lugar a precipitaciones más intensas, mientras que los yeguas más cálidos amplifican el potencial de tormentas destructivas”.
Según el balance del C3S, la temperatura media del planeta en 2024 fue de 15,10 °C, lo que supone 0,12 grados Celsius más que el año considerado hasta ahora el más cálido, que no era otro que 2023. De hecho, todos los años de la última década (de 2015 a 2024) están entre los más 10 más cálidos de la Tierra desde que hay registros.
Cuando se dice que esta es la temperatura media más caliente registrada en la Tierra, los meteorólogos se refieren a que no ha habido otra más alta para el conjunto del planeta al menos desde que existen observaciones con instrumentos de medición confiables para realizar este tipo de cálculos. , un límite temporal que el Servicio C3S sitúa en 1850. Sin embargo, en realidad, el récord marcado en 2024 para la temperatura media del planeta es también el más cálido en unos cuantos millas de años en la historia. Aunque no hay registros de termómetros tan atrás en el tiempo, la paleoclimatología sí realiza reconstrucciones climáticas a partir de indicios en los anillos de los árboles, el hielo o los sedimentos, entre otros indicadores. Así se sabe, tal y como ha corroborado el IPCC —el principal panel científico de Naciones Unidas para el estudio del cambio climático—, que el calentamiento actual no tiene precedentes en los últimos 2.000 años, más allá del inicio de la Edad Media. Y los paleoclimatólogos consideran que esta afirmación vale, al menos, para los últimos 11.000 años, lo que no da mucha tranquilidad, pues corresponde al Holoceno, el período en el que se desarrolló la agricultura y la civilización humana.
El récord de la temperatura media de la Tierra en 2024 se sitúa también 1,6 grados por encima de los niveles preindustriales, en los años 1850-1900. Y esto supone otra de las marcas más relevantes: este fue el primer año natural en el que se alcanzó un aumento de más de 1,5 grados Celsius con respecto a los niveles preindustriales (llegando a esta cifra todos los meses desde julio de 2023, a excepción de julio de 2024). Aunque un incremento de apenas grado y medio puede parecer poco, esto es mucho cuando se trata de la temperatura global del planeta, pues se refiere a la media del conjunto de la Tierra, mezclando los registros de los sitios más calientes y los más fríos, a lo largo de un año completo, con sus grandes variaciones en invierno, primavera, verano y otoño.
Por otro lado, 1,5 grados de aumento de la temperatura media es el primer margen de seguridad que el Acuerdo de París contra el cambio climático establece como límite para no sobrepasar. En concreto, el artículo 2 del pacto alcanzado en la capital francesa en 2015 marca como objetivo: “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2°C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático”.
Que 2024 sea el primer año que se alcanza un aumento de más de 1,5 grados no quiere decir que se esté incumpliendo ya esta meta. Como ha explicado Samantha Burgess, responsable de la estrategia climática del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF), para que eso sea así debe tratarse de una media a más largo plazo. “Y por largo plazo me refiero a un período de al menos 20 años”, ha puntualizado la científica.
Mucho tiene que cambiar todo para que en dos décadas la situación no sea mucho peor. Es más, aunque el IPCC defiende que todavía existiría una oportunidad de volver a bajar la temperatura media por debajo de 1,5 °C, ahora mismo la previsión de Naciones Unidas es que, con los actuales compromisos de reducción de emisiones —que deben renovarse en este 2025—, en este siglo se sobrepase también el segundo margen de seguridad, el de 2 °C.
Hielo marino y plataformas de hielo
Hielo marino y plataformas de hielo
Hielo marino y
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El año pasado también dejó un nuevo récord para la temperatura media global más alta registrada en un día. Fue el 22 de julio, cuando se alcanzaron 17.16 °C. Además, 2024 no solo fue el más cálido a escala planetaria, sino para todos los continentes, a excepción de la Antártida y Australasia (región que comprende Australia, Melanesia y Nueva Zelanda). En el caso de Europa, 2024 fue el año más caliente con una temperatura media de 10,69 °C, lo que supone 1,47 grados Celsius más que en el periodo 1991-2020 y 0,28 grados más que el año que tenía hasta ahora. El récord, que era 2020.
Esta preocupante marca se ha batido en todas estas zonas continentales, pero también en grandes partes del océano, en particular el océano Atlántico Norte, el océano Índico y el océano Pacífico occidental. Asimismo, este calentamiento afectó de forma especial al Mediterráneo, una de las circunstancias que están siendo vinculadas con el agravamiento de tormentas, tal y como se cree que pudo influir en la catastrófica dana del pasado octubre.
Todos los demás
años desde 1940
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Según el balance presentado por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, la cantidad total de vapor de agua en la atmósfera alcanzó también un valor récord en 2024, colocándose aproximadamente un 5% por encima de la media de 1991-2020. La combinación de temperaturas extremas y alta humedad contribuye a aumentar el estrés térmico. Esta plataforma C3S impulsada por la Comisión Europea señala que gran parte del hemisferio norte experimentó más días que la media con al menos “estrés térmico fuerte” durante 2024, y algunas áreas vieron más días que la media con “estrés térmico extremo”. De hecho, otro de los récords más destacables del año pasado ocurrió el 10 de julio cuando se ha calculado que alrededor del 44% del planeta se vio afectado por un estrés térmico de “fuerte” a “extremo”, la mayor superficie del planeta en la que se han encontrado estos valores hasta ahora.
“Estas altas temperaturas globales, sumadas a niveles récord de vapor de agua atmosférico global en 2024, se tradujeron en olas de calor sin precedentes y episodios de lluvias torrenciales, que han causado sufrimiento a millones de personas”, ha incidido Burgess.
Dióxido de carbono (CO2)
420 ppm (partes por millón)
Variabilidad
estacional
1900 ppb (partes por billón)
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Variabilidad
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1900 ppb (partes por billón)
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En los datos extraordinarios de los últimos dos años ha tenido que ver también el fenómeno de El Niño, evento meteorológico relacionado con el calentamiento del Océano Pacífico. Aunque en 2024 ya se dio por terminado, Buontempo ha detallado que “típicamente, el pico en la temperatura media global sigue el pico de El Niño”. Con respecto a esto, el Servicio de Cambio Climático de Copernicus espera que 2025 sea un año cálido, pero menos que 2023 o 2024.
En cualquier caso, para los climatólogos está claro que este calentamiento del planeta está provocado por los gases de efecto invernadero, generados principalmente por la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas). Y que para volver a estabilizar el clima planetario hay que reducir de forma drástica estas emisiones. Lo más preocupante de este equilibrio climático es que todavía no se ha conseguido que la producción de estos gases comience a bajar a escala mundial y estos siguen acumulándose en la atmósfera. El año pasado, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzó una nueva marca de 422 partes por millón y las de metano de 1.897 partes por billón.