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MIAMI — Alrededor de 600.000 venezolanos y más de 230.000 salvadoreños que ya viven en Estados Unidos pueden permanecer legalmente otros 18 meses, dijo el viernes el Departamento de Seguridad Nacional, apenas una semana antes de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo con promesas de políticas migratorias de línea dura.
La administración de Biden ha apoyado firmemente el Estatus de Protección Temporal, que ha ampliado ampliamente para cubrir a alrededor de 1 millón de personas. El TPS enfrenta un futuro incierto bajo Trump, quien intentó reducir drásticamente su uso durante su primer mandato como presidente. Las regulaciones federales permitirían terminar anticipadamente las extensiones, aunque eso nunca se ha hecho antes.
Seguridad Nacional también extendió el TPS a más de 103.000 ucranianos y 1.900 sudaneses que ya viven en EE.UU.
Para José Palma, un salvadoreño de 48 años que vive en Estados Unidos desde 1998, la extensión significa que al menos por ahora todavía puede trabajar legalmente en Houston. Es la única persona de su familia con estatus temporal; sus cuatro hijos nacieron ciudadanos estadounidenses y su esposa es residente permanente. Si no se extendiera el TPS, podría ser deportado y separado del resto de la familia.
“Me trae tranquilidad, un soplo de aire fresco”, dijo Palma. “Me ofrece estabilidad”.
Palma, que trabaja como organizador en una organización de jornaleros, envía unos 400 dólares mensuales a su madre de 73 años, quien está jubilada y no tiene ingresos.
La designación de TPS otorga a las personas autoridad legal para estar en el país, pero no les brinda un camino a largo plazo hacia la ciudadanía. Dependen de que el gobierno renueve su estatus cuando expire. Los críticos conservadores han dicho que con el tiempo, la renovación del estatus de protección se vuelve automática, independientemente de lo que esté sucediendo en el país de origen de la persona.
El anuncio del viernes, que se produjo cuando el presidente venezolano, Nicolás Maduro, asumió el cargo para un tercer mandato de seis años en Caracas en medio de una condena internacional generalizada, se “basa en la grave emergencia humanitaria que el país continúa enfrentando debido a las crisis políticas y económicas bajo el régimen de Maduro. ”, dijo el departamento.
Seguridad Nacional citó “condiciones ambientales en El Salvador que impiden que las personas regresen”, específicamente las fuertes lluvias y tormentas de los últimos dos años.
El Congreso creó el TPS en 1990 para evitar deportaciones a países que sufrían desastres naturales o conflictos civiles, otorgando a las personas autorización para trabajar en incrementos de hasta 18 meses a la vez.
Alrededor de 1 millón de inmigrantes de 17 países están protegidos por el TPS, incluidas personas de Venezuela, Haití, Honduras, Nicaragua, Afganistán, Sudán, Ucrania y Líbano. Los venezolanos son uno de los mayores beneficiarios y su extensión se extiende desde abril de 2025 hasta el 2 de octubre de 2026.
Los salvadoreños ganaron el TPS en 2001 después de que los terremotos sacudieran el país centroamericano. El TPS para salvadoreños expiraría en marzo y se extendió hasta el 9 de septiembre de 2026.
Trump y su compañero de fórmula, JD Vance, sugirieron que reducirían el uso del TPS y las políticas que otorgan estatus temporal mientras persiguen deportaciones masivas. Durante su primera administración, Trump puso fin al TPS para El Salvador, pero fue demorado en los tribunales.
En los últimos meses, los defensores han aumentado la presión sobre la administración Biden para que solicite extensiones del TPS para quienes ya lo tienen y para proteger a personas de otros países como Guatemala y Ecuador.
“Esta extensión es sólo una pequeña victoria”, dijo Felipe Arnoldo Díaz, activista de la Alianza Nacional TPS. “Nuestra mayor preocupación es que después de El Salvador, hay países a los que se les vence pronto el TPS y se están quedando fuera” como Nepal, Nicaragua y Honduras.
Víctor Macedo, un venezolano de 40 años, llegó a Estados Unidos en 2021 después de recibir amenazas de muerte en su país por ser un activista de la oposición política. No podía creer la noticia sobre la extensión, ya que su TPS expiraría en abril.
“Es un alivio muy grande. Tenía miedo”, dijo Macedo, quien trabaja remodelando casas en Davie, Florida. “El TPS me ayuda a tener estatus legal, trabajar y poder conducir”.
