La economía china ha tenido dificultades para ganar impulso en 2024, en gran medida debido a una prolongada crisis del mercado inmobiliario, una elevada deuda de los gobiernos locales y un consumo lento. En el pasado diciembre, en la Conferencia Central de Trabajo Económico, una reunión de alto nivel del Partido Comunista, los líderes simplemente reafirmaron que China está en camino de alcanzar el objetivo oficial de crecimiento de alrededor del 5%.
«El problema es que el Gobierno chino cree que existe una tasa adecuada de crecimiento económico», dijo George Magnus, investigador asociado del Centro de China de la Universidad de Oxford y execonomista jefe de la UBS, en entrevista con DW. «La tasa de crecimiento sostenible potencial en China en los próximos 10 años probablemente sea más bien del 2,5 al 3 por ciento. El Gobierno debería simplemente hacerse a un lado y permitir que la economía haga lo que hace», explicó.
Exportaciones y compras nacionales de China
Es probable que las exportaciones sigan siendo débiles, pero continúen siendo cruciales para la economía china. Posiblemente los problemas se están agudizando porque el proteccionismo va en aumento y China no está cambiando su modelo, afirma Alicia García-Herrero, jefa economista para la región de Asia y el Pacífico del banco de inversión francés Natixis.
En su opinión, «2025 es el momento de cambiar, y China necesita cambiar muy pronto, o el año podría terminar bastante mal».
Sin embargo, uno de los principales últimos de la economía china es el mercado inmobiliario. Alrededor del 70% de los activos familiares en China son propiedades, y la vivienda representa alrededor del 20% de la economía.
El presidente Xi Jinping prometió detener la caída del mercado inmobiliario, pero no se perciben los cambios en el sector. Según la agencia de calificación de riesgo Fitch Ratings, los precios de las viviendas nuevas caerán otro 5% en 2025.
¿Son fiables los datos económicos de China?
La evaluación del estado de la economía china se está convirtiendo cada vez más en un problema.
Fu Peng, economista jefe de la correduría Northeast Securities, dijo que China necesitaba prepararse para una desaceleración más pronunciada y que el mayor problema era la redistribución de la riqueza. Su cuenta de la red social WeChat fue después bloqueada y él no fue visto más en público.
Gao Shanwen, economista jefe de la empresa estatal SDIC Securities, dijo en una reunión de inversores en Shenzhen que creía que las cifras de crecimiento económico de China habían sido exageradas. La cuenta de su red social también fue cancelada por «razones políticas».
A medida que la economía se desacelera, la confiabilidad de los datos en China volverá a ser un problema, dice García-Herrero.
Trump traerá caos e incertidumbre
El mayor golpe para Asia en 2025 será probablemente el cambio de gobierno en Washington. Donald Trump amenazó con aranceles del 60% para todas las importaciones chinas, lo que tendría un gran impacto en las exportaciones asiáticas y un efecto dominó global.
La política de «Estados Unidos primero» de Trump podría traducirse en esfuerzos para reducir los déficits comerciales bilaterales de Estados Unidos, lo que es una mala noticia para China, Vietnam, Japón, Taiwán, Corea del Sur e India.
Sin embargo, Taiwán estaría protegida de las presiones comerciales por la producción de microchips de alta tecnología, que Estados Unidos necesita para su propia expansión de la inteligencia artificial. La avanzada capacidad de fabricación de semiconductores de Taiwán se ha convertido al país en un motor central de las cadenas de suministro global. El Instituto de Investigación de Taiwán pronosticó un crecimiento económico de más del 3% en 2025. La cuestión es qué sucederá en el resto del continente asiático.
(rmr/ers)