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El primer estudio que evaluó el vínculo entre la enfermedad de Alzheimer y el peso corporal encontró una asociación significativa.
Investigadores de la Universidad de Medicina de Washington en St. Louis, Missouri, descubrieron que los biomarcadores sanguíneos del Alzheimer aumentaban un 95% más rápido en personas con obesidad que en personas no obesas.
El estudio, que fue presentado el martes en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte (RSNA) en Chicago, investigó cinco años de datos de 407 participantes de la Iniciativa de Neuroimagen de la Enfermedad de Alzheimer, incluidas exploraciones PET (imágenes médicas) y muestras de sangre.
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Los investigadores evaluaron la asociación entre los biomarcadores del Alzheimer y el índice de masa corporal (IMC), según un comunicado de prensa.
Cuando se midió a los participantes por primera vez, un IMC más alto se asoció con biomarcadores sanguíneos más bajos de Alzheimer debido a la dilución de la sangre, ya que las personas con mayor peso corporal suelen tener un mayor volumen de sangre.
Los biomarcadores sanguíneos del Alzheimer aumentaron un 95% más rápido en personas con obesidad, encontró el estudio. (iStock)
Pero cuando los investigadores siguieron a los mismos participantes durante un período más largo, encontraron que aquellos con obesidad desarrollaron una mayor carga de enfermedad de Alzheimer que aquellos sin obesidad.
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Al analizar cómo los biomarcadores del Alzheimer coincidían con los resultados de la exploración PET, observaron una acumulación de placas amiloides en el cerebro, una característica central del tipo más común de demencia.
Las exploraciones PET revelan una acumulación de placas amiloides en el cerebro, una «señal central» del Alzheimer. (iStock)
En una entrevista con Fox News Digital, los autores del estudio discutieron el impacto de estos hallazgos.
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«Nuestro estudio muestra que durante un período de cinco años, la obesidad se asocia con un aumento constante de la patología relacionada con el Alzheimer», afirmó el autor principal, el Dr. Soheil Mohammadi, investigador postdoctoral asociado en el Instituto Mallinckrodt de Radiología, parte de WashU Medicine.
«Lo que me sorprendió fue la sensibilidad de los biomarcadores sanguíneos para detectar esta relación. Captaron cambios sutiles incluso mejor que las imágenes cerebrales».
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El autor principal del estudio, el Dr. Cyrus Raji, profesor asociado de radiología y neurología en la Universidad de Washington, señaló que la progresión del Alzheimer está «influenciada por patologías que ocurren en general en el cuerpo, como la obesidad».
«Es fundamental preservar la salud del cerebro optimizando también la salud del cuerpo», afirmó.
«Es fundamental preservar la salud del cerebro optimizando también la salud del cuerpo», afirmó el investigador principal. (iStock)
Ensayos clínicos recientes (EVOKE y EVOKE+) han explorado si los fármacos GLP-1 como la semaglutida (Ozempic) podrían retardar el deterioro cognitivo en personas a las que ya se les ha diagnosticado enfermedad de Alzheimer temprana.
«Aunque los recientes ensayos de Evoke no lograron mostrar un efecto de Ozempic para el tratamiento de la demencia de Alzheimer, nuestro trabajo debería motivar ensayos futuros para determinar si esta clase de medicamentos puede ayudar a prevenir el Alzheimer al tratar la obesidad en una etapa más temprana de la vida», afirmó Raji. «Los cuidadores y los médicos son socios clave para que estos ensayos se realicen».
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Una limitación de esta investigación, según Mohammadi, es el hecho de que no toda la grasa corporal conlleva riesgo de enfermedad de Alzheimer.
«Nuestro trabajo anterior muestra que la grasa abdominal, más que la grasa debajo de la piel, impulsa gran parte del impacto de la obesidad en el cerebro», afirmó. «Los estudios futuros deberían distinguir entre estos tipos de grasa en lugar de tratar la obesidad como una categoría única».
«Nuestro trabajo anterior muestra que la grasa abdominal, más que la grasa debajo de la piel, impulsa gran parte del impacto de la obesidad en el cerebro».
El Dr. Marc Siegel, analista médico senior de Fox News, que no participó en la investigación, dijo que considera que se trata de un «estudio muy importante».
«Creo que este hallazgo tiene mucho sentido, porque la obesidad conduce directamente a la inflamación y a la resistencia a la insulina, lo que provoca neuroinflamación, uno de los pilares del desarrollo del Alzheimer», dijo a Fox News Digital.
Otros factores de riesgo que a menudo coinciden con la obesidad, como la diabetes, la hipertensión y la inflamación, también pueden contribuir a los cambios en los biomarcadores del Alzheimer. (iStock)
El estudio tuvo algunas limitaciones, anotaron los investigadores.
La muestra del estudio fue relativamente pequeña y específica, y es posible que no represente a la población general. Además, la medición del IMC no puede distinguir entre grasa y masa muscular ni reflejar diferencias en la distribución de la grasa que puedan influir en el riesgo de Alzheimer.
El estudio también se basa en datos de observación, que pueden revelar asociaciones, pero no pueden probar que la obesidad provoque directamente una patología de Alzheimer más rápida, anotaron los investigadores.
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Otros factores de riesgo que a menudo coinciden con la obesidad, como la diabetes, la hipertensión y la inflamación, también pueden contribuir a los cambios en los biomarcadores del Alzheimer.
Esta investigación inicial despierta la necesidad de realizar estudios más amplios en poblaciones más diversas con seguimientos más prolongados.
