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La noche cerró con un toque inesperado a las 11:58, hora Venezuela, cuando la mexicana Fátima Bosch fue nombrada Miss Universo 2025. Su victoria llega envuelta en el escándalo y el drama que sacudieron la 74ª edición del certamen, tradicionalmente elegante y pulcro. No se sabe si fue la influencia del Mercurio retrógrado o el luto por la muerte de la reina madre que atraviesa Tailandia, país anfitrión, pero lo cierto es que a esta edición le sobraron los titulares negativos.
El cuadro de finalistas quedó definido con Costa de Marfil como cuarta finalista, Filipinas en el tercer puesto, Venezuela como segunda finalista y Tailandia como primera finalista, dejando la nueva corona universal —que, por cierto, estrena diseño este año— sobre la cabeza de Bosch.
La nueva Miss Universo, de hecho, fue protagonista del mayor escándalo en la historia del concurso. En una reunión a puerta cerrada, Nawat Itsaragrisil, director de Miss Universe Thailand, la insultó, y Bosch alzó la voz valientemente para defenderse.
El incidente, grabado en videos que se viralizaron y ocuparon amplios centimetrajes en medios globales, obligó al ejecutivo tailandés a emitir disculpas públicas mientras lloraba.
Esta muestra de valentía le rindió frutos a la mexicana, catapultándola al favoritismo del público, aunque no se le consideraba una favorita desde el primer día, a diferencia de las representantes de Venezuela y Tailandia.
El contraste se agudizó durante la ronda de preguntas, donde sus respuestas se consideraron débiles en comparación con el resto de las finalistas. Aun así, en una noche donde el drama superó al pronóstico, la audacia y el coraje de Fátima Bosch terminaron triunfando.
