
Se terminó la Champions League para los dos equipos tradicionalmente considerados los más grandes de Alemania. Bayern Múnich y Borussia Dortmund tropezaron ante el Inter de Milán y el Barcelona, respectivamente. Pero, sobre todo, sucumbieron ante sus propias limitaciones a nivel de plantel: las lesiones.
Esta condición fue la misma que castigó al campeón Bayer Leverkusen semanas atrás, cuando la lesión de tobillo de su jugador más importante caló en lo profundo de su también apretado calendario futbolístico.
Ausencias que matan
Bávaros y negriamarillos dejaron buenas impresiones en el torneo doméstico tras haber entregado una emocionante edición del El clásico el pasado sábado (12.04.2025). El desafío más imponente, no obstante, era clasificarse para las semifinales de Liga de Campeones a sabiendas del marcador adverso en sus partidos de ida: 4-0 en Barcelona y 2-1 en Múnich sentenciaban lo que parecía una loza definitiva.
Este achaque se intensificó a partir de las bajas, especialmente para los muniqueses por lo plausible de la remontada, la cual no llegó. La llamada «crisis de las lesiones” para el entrenador del Bayern Múnich, Vincent Kompany, no dio tregua transcurridos los 90 minutos en Milán: «Teníamos que entender qué podíamos hacer sin [Hiroki] Esto, esto, [Dayot] Upamecano, [Jamal] Ella debe, [Manuel] Neuer, [Alphonso] Davies, [Kingsley] COMAN, [Aleksandar] Pavlovic”, señaló el belga ataviado por el hospital en que se ha convertido su plantel.
Lo cierto es que, pese al preocupante listado, los de Múnich dieron pelea hasta el final en territorio italiano con la impresión de que el gol que obligaba al alargue se quedó demasiado cerca.
En Dortmund la batalla también fue intensa, aunque por igual insuficiente. El cuerpo técnico encendió las alarmas hace un par de semanas al dictaminar la baja de Nico Schlotterbeck debido a una lesión de meniscos. La noticia llegaba de cara a sendos compromisos y bajo la presión por colarse a las competencias europeas. Mientras que dicha tensión continúa a falta de cinco jornadas de Bundesliga, el Borussia de Niko Kovac navega a la deriva sin su líder de la zaga y pilar defensivo del equipo.
Lo bueno dentro de la debacle
Pero, así como hay malas noticias, también existe espacio para el aplauso en medio de las acaloradas despedidas.
En primer lugar, la ovación para el histórico Thomas Müller, quien suplió la ausencia de Musiala. El partido ante el Inter de Milán en Champions League supuso precisamente el final de la larga historia de Müller con el Bayern en la gran competición europea, ya que el emblemático atacante de 35 años abandonará el club de toda su vida al término de la actual temporada.
Müller, que formó parte de los planteles campeones de Europa en 2013 y 2020, dejó su contador de partidos en el torneo en 163, igualando al argentino Lionel Messi, pero superado por el español Iker Casillas (177) y, sobre todo, por el portugués Cristiano Ronaldo (183).
«Estamos decepcionados. Lo hemos dado todo. Es una pena porque la final de esta Champions es en Múnich, pero la Champions no es un picnic», dijo Müller al medio deportivo DAZN lamentándose por el marcador final. Haberse despedido alzando la «orejona” en casa habría sido el mejor epílogo de una brillante carrera.
En segundo lugar, la artillería de Serhou Guirassy, quien logró un tres tantos en el partido de vuelta ante Barcelona en Dortmund. Con ello, el guineano se ha convertido en el primer jugador africano que marca un triplete en cuartos de final de la Liga de Campeones y en el futbolista africano que más goles ha marcado (13) en una sola temporada de Liga de Campeones. Ahora también ostenta el mismo récord con el Dortmund, superando a Erling Haaland y Robert Lewandowski (ambos con 10).
Vuelve Florian Wirtz
Si alguien puede hablar de viva voz del peso de las ausencias, ese sería el Bayer Leverkusen. Más que una coincidencia, parece que la baja de Florian Wirtz dejó consecuencias en el campeón alemán: en un mes sin «Flo” por lesión, el Trabajarse cayó eliminado de la Champions League a manos del Bayern Múnich, y de la Copa Alemana por el Arminia Bielefeld, un equipo de la tercera liga.
Sin embargo, el «chico maravilla” finalmente está de regreso cuando su equipo, y la Bundesliga, más lo necesitan. Con Wirtz, la liga asegura competitividad y esperanza de que el Leverkusen pueda apretar al máximo en la defensa por el título local, el único que ya importa para Xabi Alonso y los suyos; aún seis unidades alejados del Bayern a cinco jornadas del final.
Y es que los números no mienten, por el contrario, se imponen cuando la ausencia en un equipo es tan costosa: entre las fechas 1 y 24, siempre que ha estado Wirtz en la cancha, el Leverkusen promedió más goles, más situaciones de gol, más remates del dentro del área, y más del doble de situaciones de gol, según estadísticas de Bundesliga.
Y otro dato curioso: el 10 del Bayer ya estrelló cinco pelotas en el travesaño en esta temporada, la marca máxima. Si Wirtz convirtiése estas acciones en goles para su equipo, el universo de los lesionados podría ser el de los renacidos en la conquista por la Bundesliga.
(Automóvil club británico)