BBVA lanza la mayor recompra de acciones de su historia

BBVA lanza la mayor recompra de acciones de su historia

BBVA lanza la mayor recompra de acciones de su historia

BBVA ha decidido dar un paso de calado en su política de retribución al accionista con el anuncio de la mayor recompra de acciones de su historia. La entidad va a destinar hasta 3.960 millones de euros a la adquisición de títulos propios en el mercado, una operación que se prolongará durante varios meses y que se articula en distintos tramos, con impacto directo en el capital y en el número de acciones en circulación.

Este movimiento se enmarca en un contexto de elevada generación de beneficios y exceso de capital en el grupo, así como en la decisión de canalizar hacia los accionistas los recursos que no se emplearán en la frustrada opa sobre Banco Sabadell. El banco insiste en que seguirá siendo una opción de inversión atractiva gracias a la combinación de crecimiento y rentabilidad y una remuneración al accionista muy reforzada.

Un programa extraordinario de 3.960 millones, el mayor de la entidad

Programa extraordinario de recompra de BBVAPrograma extraordinario de recompra de BBVA

El consejo de administración de BBVA ha aprobado un programa extraordinario de recompra de acciones propias por un importe máximo de 3.960 millones de euros, una cifra que sitúa la operación entre las más relevantes del sector bancario europeo. El arranque está previsto para el próximo 22 de diciembre, una vez obtenidas todas las autorizaciones regulatorias pertinentes, incluida la del Banco Central Europeo y de los supervisores de mercado.

La entidad recuerda que este plan se suma a las distribuciones ya efectuadas en el último trimestre. El 7 de noviembre abonó 1.842 millones de euros en efectivo, el dividendo a cuenta más elevado que ha pagado nunca. Además, el pasado 10 de diciembre culminó una recompra de acciones de 993 millones de euros ligada a la remuneración ordinaria con cargo al ejercicio 2024, que también concluyó con éxito.

La nueva recompra se ejecutará a lo largo de varios meses y de forma escalonadaa través de compras diarias de títulos en el mercado. Todas las acciones adquiridas serán posteriormente amortizadas, lo que supone una reducción del número de acciones y un incremento de la participación relativa de los accionistas que permanezcan en el banco.

Según ha explicado la directora financiera, Luisa Gómez Bravo, el importe total de 3.960 millones equivale a 100 puntos básicos de capital CET1que se deducirán del ratio regulatorio de la entidad en el mes de diciembre. Incluso tras ese ajuste, el CET1 proforma se situaría en torno al 12,42%, claramente por encima de la horquilla objetivo de BBVA, fijada entre el 11,5% y el 12%.

Para la cúpula del banco, esta operación demuestra un compromiso firme y continuado de devolver el exceso de capital generado por encima de la parte alta del rango objetivo. La entidad subraya que la posición de solvencia seguirá siendo muy sólida tras el programa, gracias a la fuerte capacidad de generación orgánica de resultados.

Un primer tramo de 1.500 millones a partir del 22 de diciembre

Tramos del programa de recompra de BBVATramos del programa de recompra de BBVA

El diseño del programa prevé que la recompra se lleve a cabo por tramos sucesivos. El primero de ellos tendrá un importe máximo de 1.500 millones de euros y comenzará el 22 de diciembre. La ejecución de las órdenes de compra se realizará en el Sistema de Interconexión Bursátil Español (Mercado Continuo) y en varias plataformas de negociación europeas, entre ellas Cboe Europe, Turquoise Europe y Aquis Exchange.

BBVA ha contratado a J.P. Morgan SE como entidad encargada de ejecutar las compras en el mercado. El banco estima que este primer tramo no concluirá antes del 6 de marzo ni se extenderá más allá del 7 de abril de 2026. En cualquier caso, se dará por finalizado cuando se haya alcanzado el importe máximo de 1.500 millones o se haya adquirido el número tope de acciones fijado, 557.316.433 títulos.

Una vez completado este primer bloque, la entidad tiene previsto continuar con nuevas fases de recompra hasta agotar, si así lo decide el consejo, el límite global de 3.960 millones de euros. El calendario total del programa se extiende durante varios meses, con margen para adaptar el ritmo de compras a las condiciones del mercado y a la evolución de los ratios de capital.

En términos de tamaño, el plan equivale aproximadamente al 3,5% de la capitalización bursátil de BBVAtomando como referencia precios recientes de cotización. Aunque supone la recompra más abultada que ha lanzado nunca el grupo, algunas casas de análisis habían manejado escenarios incluso más agresivos, con importes cercanos a 5.000 o 6.000 millones. Pese a ello, el banco defiende una estrategia prudente, que permita preservar un colchón de capital confortable.

Desde el punto de vista técnico, el compromiso de efectuar compras diarias en cada sesión bursátil dentro de los límites fijados por la normativa de abuso de mercado contribuye a dar visibilidad al flujo de demanda sobre el valor. No obstante, el impacto inmediato en la cotización puede verse amortiguado por el hecho de que el anuncio ya estaba parcialmente descontado por los inversores.

Encaje en el plan estratégico y uso del exceso de capital

Estrategia de capital de BBVAEstrategia de capital de BBVA

El programa de recompra se enmarca de lleno en el plan estratégico de BBVA para el periodo 2025-2028. La entidad prevé disponer de unos 36.000 millones de euros de capital distribuible a lo largo de esos años, combinando dividendos ordinarios y distribuciones adicionales como las recompras. De ese total, alrededor de 24.000 millones corresponderían a la remuneración recurrente y unos 12.000 millones procederían del exceso de capital por encima del 12% de CET1.

Tras el intento fallido de adquirir Banco Sabadell mediante una oferta pública de adquisición, el banco comunicó en octubre que retomaría una retribución al accionista de carácter “significativo”. La nueva recompra se interpreta como una forma de canalizar hacia los propietarios buena parte de la “munición” preparada para aquella operación corporativa, aunque sin agotar todas las reservas disponibles.

La dirección insiste en que BBVA no renuncia a mantener un perfil de solvencia holgado. A pesar de que la operación resta 100 puntos básicos al CET1, el ratio proforma se sitúa todavía claramente por encima del umbral superior de su rango objetivo, apoyado en una rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) cercana al 20% en los primeros nueve meses del año. Esta capacidad de generación de capital ofrece margen para futuras recompras o incrementos de dividendo si no surgen alternativas de inversión atractivas.

En este contexto, la lectura dominante entre los analistas es que el banco ha optado por un enfoque gradual y sostenible. El volumen del programa es muy relevante en términos absolutos y récord para la entidad, pero comedido si se compara con el tamaño de su balance y con la holgura de capital disponible. Para muchos inversores de perfil más paciente, orientados al flujo de caja libre y al retorno total, la operación encaja con una estrategia de creación de valor en el medio plazo.

Desde la propia entidad se subraya también el mensaje al mercado sobre la estabilidad de su política de capital: el excedente generado por encima del 12% de CET1 no se acumulará indefinidamente, sino que se irá retornando a través de dividendos crecientes y recompras recurrentes, sujeto siempre al visto bueno de los supervisores.

Más de 10.000 millones en recompras desde 2021 e impacto en el BPA

El nuevo programa no parte de cero. Desde que BBVA puso en marcha su primer plan de recompra de acciones en 2021el banco ha destinado ya más de 10.000 millones de euros a este tipo de operaciones, sin contar todavía el importe de la recompra ahora anunciada. Este esfuerzo ha permitido reducir de forma notable el número de títulos en circulación y ha tenido un efecto directo sobre el beneficio por acción.

En los últimos ejercicios, la entidad ha registrado crecimientos significativos del beneficio atribuido: alrededor del 31% en 2022, del 21% en 2023 y del 25% en 2024. Sin embargo, el beneficio por acción (BPA) avanzó incluso a mayor ritmo, con incrementos del 48%, 26% y 27%, respectivamente, impulsado precisamente por la reducción del número de acciones tras las sucesivas recompras.

Hasta la fecha, BBVA ha completado cinco programas de recompracombinando operaciones extraordinarias y planes integrados en la retribución ordinaria. Entre 2021 y 2022 ejecutó recompras excepcionales por 3.160 millones de euros, a las que se sumó otra de 1.000 millones en 2023. Junto a ellas, el banco ha desarrollado tres programas vinculados a la remuneración recurrente: 422 millones con cargo a 2022, 781 millones con cargo a 2023 y 993 millones correspondientes a 2024.

En el conjunto de la banca española, estas operaciones han cobrado especial protagonismo en los últimos años como vía para canalizar los beneficios extraordinarios derivados del entorno de tipos de interés más elevados. Solo el sector en España ha destinado en torno a 21.000 millones de euros a recompras en un lustro, y BBVA figura entre las entidades más activas en este ámbito.

El banco destaca que la combinación de dividendos crecientes y recompras masivas refuerza la retribución total al accionista sin comprometer la capacidad de inversión en el negocio. La amortización de títulos adquiridos incrementa el peso relativo de cada acción en el capital, de modo que el BPA y el valor contable por acción tienden a mejorar si los resultados se mantienen sólidos.

Reacción del mercado y percepción de los inversores

La reacción inicial de la Bolsa al anuncio ha sido contenida. A pesar del volumen del programa, las acciones de BBVA apenas se han movido en la aperturacon ligeras variaciones intradía y una cotización prácticamente plana en torno a niveles previos al comunicado. Parte de esta tibieza se explica porque el mercado ya descontaba una recompra relevante tras el desenlace de la opa sobre Sabadell.

Algunos inversores habían llegado a manejar escenarios más ambiciosos, con importes que rozaban los 6.000 millones de eurospor lo que el montante definitivo puede resultar algo conservador para quienes esperaban una devolución de capital más agresiva. Sin embargo, la mayor parte de informes coincide en que la operación encaja bien con el objetivo de preservar un colchón de solvencia amplio en un entorno regulatorio exigente.

Desde distintos análisis se apunta a que el aspecto clave para la cotización no será tanto el tamaño exacto de esta recompra como la capacidad del banco para mantener su ritmo de generación de beneficios y de capital en los próximos trimestres. Si los resultados siguen acompañando, el mercado da por hecho que la entidad tendrá margen para plantear nuevas recompras adicionales o incrementos de dividendo más adelante.

En lo que va de año, el valor de BBVA acumula una revalorización muy notable en Bolsa, lo que reduce el efecto sorpresa de una noticia de este tipo. Para los accionistas con un horizonte de inversión de medio y largo plazo, la operación refuerza la tesis de un banco con fuerte capacidad de generación de caja y una política de retorno al accionista predecible.

Con todos estos elementos sobre la mesa, el programa extraordinario de 3.960 millones se perfila como una pieza central de la estrategia de capital: permite monetizar rápidamente parte del exceso de solvencia, mejora el beneficio por acción y consolida la imagen de una entidad que prioriza la retribución a sus propietarios sin renunciar a mantener un nivel de capital cómodo frente a futuras incertidumbres.

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