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Una acción coordinada de la Alcaldía de Sifontes provocó el desalojo masivo e inmediato, este sábado, de más de 400 comerciantes informales que operaban en el casco central de Tumeremo, incluyendo la Plaza Bolívar, afectando a pequeños vendedores de alimentos, kioscos y mototaxis.
La denuncia fue hecha por Alexis Duarte Perroni, quien señaló que esta medida impuesta por el órgano recaudador de impuestos municipal exige a los afectados realizar los pagos de tasas y permisos en oro para poder seguir operando.
Duarte Perroni, quien ha monitoreado la situación de cerca, declaró que se trata de un desalojo arbitrario, medida que perjudica a los nativos, a los más necesitados, a los pequeños emprendedores y emprendedoras, la mayoría de ellos amas de casa y madres solteras, que salen a la calle a buscar el pan diario para alimentar a sus familias vendiendo pastelitos, cachapas, arepas, perros calientes, tequeños y otros productos.
“Los comerciantes informales se negaron a pagar en oro y por eso fueron desalojados, todos los kioscos y tarantines fueron notificados y están cerrados, sin poder trabajar hasta que cumplan con el pago en oro. En consecuencia la medida ha paralizado la economía local y ha generado denuncias sobre una aplicación selectiva de la fiscalización”, denunció Duarte Perroni.
Los afectados manifestaron que la principal causa del desalojo es la negativa o imposibilidad de los vendedores de pagar sus tasas municipales en oro, siendo esta una exigencia que, según las denuncias, les otorga un permiso provisional.
“Es preciso destacar que los desalojados no son mineros, sino pequeños emprendedores que subsisten de la venta de comidas y productos básicos, agregando que la fiscalización no mira a los comercios chinos, esos son intocables, donde cambian a diario los precios de los productos alimenticios con tasa anclada al dólar paralelo”, puntualizó Duarte Perroni.
Ante esta situación, el dirigente político hizo un llamado para revisar el destino del oro pagado por comerciantes formales, insistiendo en la necesidad urgente de realizar una auditoría contable y financiera en la Alcaldía de Sifontes, ya que califica como el peor momento económico de toda su historia para la Guayana Esequiba.
Además del desalojo de los comerciantes, Duarte Perroni señala el presunto cobro de vacunas a motorizados que se dirigen a las minas en las alcabalas hacia Bochinche-Atlántico. “Este doble golpe -extorsiones a mineros informales y desalojo por no pagar en oro a comerciantes- está dejando a Tumeremo en ruinas”, alegó.
