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La aprobación de la Ley de Bancos de Inversión en la Asamblea Legislativa de El Salvador marcó un nuevo capítulo en el sistema financiero del país centroamericano. La normativa establece un marco regulatorio para entidades dedicadas a operaciones financieras complejas, gestión de activos y estructuración de proyectos, con la novedad de que podrán operar también con bitcoin, stablecoins y otros activos digitales de forma supervisada.
Juan Carlos Reyes, presidente de la Comisión Nacional de Activos Digitales (CNAD) , explicó a Cointelegraph en Español que estas instituciones deberán cumplir con los requisitos regulatorios que exige la Ley de Emisión de Activos Digitales.
«Ellos tienen que sacar una licencia de PSAD (Proveedores de Servicios de Activos Digitales) y tener todo lo que se les espera a las compañías de este tipo: sistemas de Kyc y debida diligencia. Además de ser bancosdeberán aplicar para comercializar e interactuar con otros activos digitales, como bitcoin”, dijo.
La ley está dirigida a inversionistas sofisticados, es decir, personas o entidades con amplio conocimiento y experiencia en finanzas, y un patrimonio igual o mayor a USD 250.000. Según Reyes, esta figura permitirá que lleguen actores especializados que antes no podían operar en el país.
«Son jugadores expertos en compañías individuales de alto financiamiento. Por eso existe una inversión mínima de USD 250.000 para participar. Ofrecen productos sofisticados que mejorarán el flujo operativo de las empresas registradas en El Salvador y atraerán inversionistas internacionales que quieren hacer negocios aquí con activos digitales”, señaló.
El funcionario subrayó que la banca salvadoreña ha sido tradicionalmente conservadora para trabajar con la industria de activos digitales, en parte por las limitaciones del sistema financiero estadounidense. La nueva ley, dijo, abre espacio para entidades más flexibles: “Ahora podrán evitar los problemas de convertibilidad y hacer las inversiones directamente. Eso fortalece bastante el ecosistema«.
La normativa establece que estos bancos, además de sus funciones financieras tradicionales, podrán actuar como proveedores y emisores de activos digitales, así como ofrecer servicios bitcoin, siempre que cuenten con la licencia correspondiente. Esta apertura, según Reyes, también tendrá impacto en la tokenización de activos. “Si yo quiero comprar un token y estas compañías tienen la plataforma para comercializarlo en un intercambio propio, se puede mantener todo en activos digitales. Aunque ya existe la posibilidad con las licencias de la comisión, no existen aún bancos que manejen grandes volúmenes en este sector en el país, y esto sí ayudaría bastante”, explicó.
El Banco Central de Reserva (BCR) será el encargado de regular a estas entidades, mientras que la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) supervisará su operación y cumplimiento normativo. La ley contempla operaciones en moneda local y extranjera, así como en activos digitales, y permite captar fondos, emitir instrumentos financieros y participar en proyectos estratégicos como infraestructura, energía y tecnología.
Reyes confirmó que hay interés del mercado en establecer este tipo de entidades en El Salvador, aunque todavía no hay solicitudes formales. “Sí hay un llamado a gritos de la industria que necesitamos algo así. Estamos agradecidos que la ley se pudo aprobar. Sí hay interés”, indicó.
Con este marco legal, El Salvador busca atraer capital internacional, posicionarse como un centro financiero especializado y consolidar su ecosistema de activos digitales, ofreciendo un entorno propicio para el desarrollo de nuevos productos, la innovación tecnológica y la expansión de la economía digital.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
