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Un médico británico fue condenado el miércoles a más de 31 años de prisión por un complot audaz pero infructuoso para matar a la pareja de su madre con una vacuna falsa contra el COVID-19, lo que implicó falsificar documentos médicos y disfrazarse para envenenar a su víctima.
Thomas Kwan, de 53 años, se hizo pasar por enfermero e incluso tomó la presión arterial de su propia madre antes de administrarle veneno a su entonces compañero Patrick O’Hara en Newcastle, al norte de Inglaterra.
MÉDICO BRITÁNICO ADMITE INTENTO DE ASESINATO TRAS INYECTAR A LA PAREJA DE MADRE VENENO DISFRAZADO DE VACUNA
O’Hara sobrevivió pero sufrió de faciitis necrotizante, una infección bacteriana carnívora potencialmente mortal, después de recibir la inyección. También fue sometido a múltiples operaciones.
Kwan, un médico de familia de Sunderland, se declaró culpable de intento de asesinato el mes pasado, poco después de que comenzara su juicio en el Tribunal de la Corona de Newcastle. Anteriormente había admitido un cargo de administración de una sustancia nociva.
La juez Christina Lambert condenó a Kwan a 31 años y cinco meses de prisión por lo que describió como “un plan audaz para asesinar a un hombre a plena vista”.
Ella le dijo a Kwan que su plan implicaba que él “abusara de su conocimiento del sistema de salud”, y agregó que sus acciones dañaron la confianza del público en la profesión de la salud.
Un médico británico ha sido encarcelado durante más de 31 años por un complot para matar a la pareja de su madre con una vacuna falsa contra el COVID-19. (Foto de Scott Olson/Getty Images)
La Fiscalía de la Corona británica dijo en un comunicado después de la sentencia que a O’Hara le inyectaron “una toxina aún no confirmada”.
‘MÁS EXTRAÑO QUE LA FICCIÓN’
El fiscal Peter Makepeace dijo al jurado el primer día del juicio de Kwan: ”A veces, quizás ocasionalmente, la verdad es realmente más extraña que la ficción”.
Dijo que Kwan estaba preocupado por el testamento de su madre, que establecía que O’Hara heredaría su casa si él todavía estaba vivo cuando su madre muriera.
“El señor Kwan utilizó su conocimiento enciclopédico y su investigación sobre los venenos para llevar a cabo su plan”, dijo Makepeace.
“Ese plan era disfrazarse de enfermero comunitario, asistir al domicilio del señor O’Hara, la casa que compartía con la madre del acusado, e inyectarle un veneno peligroso con el pretexto de administrarle una inyección de refuerzo de COVID”.
Kwan se registró en un hotel con un nombre falso, usó matrículas falsas en su automóvil y se disfrazó con una peluca para llevar a cabo el plan, agregó Makepeace.
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Después de que Kwan fuera arrestado, la policía encontró en su casa una gran cantidad de semillas de ricino y una receta para fabricar ricina, una toxina biológica elaborada a partir de estas semillas. La exposición a tan solo una cantidad de ricina puede causar la muerte.
Sin embargo, un experto químico concluyó que a O’Hara no le inyectaron ricina.
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