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A medida que aumentan las preocupaciones sobre un tipo de mpox que se está propagando por África y que se cree que causa enfermedades más graves, los expertos en enfermedades infecciosas expresaron un optimismo cauteloso de que esta rama del virus no se propagaría tan ampliamente en los EE. UU. ni causaría impactos en la salud tan graves.
El riesgo de este subtipo de mpox en EE. UU. podría mitigarse por una serie de factores, incluida la inmunidad derivada de la vacunación y la infección previa por el brote de una variante diferente que comenzó en 2022; la falta de circulación viral en animales salvajes; y un mejor acceso a la atención médica, niveles de vida y salud pública.
El miércoles, la Organización Mundial de la Salud restableció el estatus de mpox (antes viruela del mono) como emergencia de salud pública de interés internacional. Esto fue en respuesta a un gran brote en curso del clado I de mpox (un clado es una rama evolutiva) en la República Democrática del Congo, o RDC, que se ha extendido a otras naciones africanas.
Suecia anunció el jueves el primer caso del clado I fuera de África.
“Era sólo cuestión de tiempo antes de que viéramos que esto se extendía más allá del continente africano”, dijo el Dr. Boghuma Titanji, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Emory.
En una declaración emitida el viernes, la Dra. Pamela Rendi-Wagner, directora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, dijo que la agencia había aumentado el nivel de riesgo del clado I para la población europea general de “muy bajo” a “bajo”.
“Debido a los estrechos vínculos entre Europa y África”, dijo Rendi-Wagner, “debemos estar preparados para más casos importados del clado I”.
Los CDC confirmaron el viernes que hasta la fecha no se han reportado casos del clado I en Estados Unidos.
El clado I se considera generalmente más transmisible y más grave que el clado II, que impulsó el brote mundial de mpox que alcanzó su punto máximo en agosto de 2022 y tuvo una tasa de mortalidad del 0,2 %. Las personas inmunodeprimidas, en particular aquellas con VIH avanzado no tratado, han tenido mayor riesgo de enfermedad grave, hospitalización y muerte por el clado II. En Estados Unidos se sigue observando una transmisión del clado II de bajo nivel.
Anne Rimoin, epidemióloga de la Universidad de California en Los Ángeles y una destacada experta en mpox, dijo que el contexto es clave a la hora de considerar cómo podría comportarse el mpox en las naciones occidentales en comparación con África.
“Creo que debemos ser muy, muy cautelosos al decir que esto es más peligroso”, dijo Rimoin sobre el clado I. “Los datos sobre la gravedad, la mortalidad asociada, todo eso es escaso. Hay muchas preguntas sobre si la gravedad percibida podría tener más que ver con la población en la que se está propagando, su sistema inmunológico, la vía de transmisión, la dosis infecciosa”.
El jueves, los Institutos Nacionales de Salud informaron que el antiviral TPOXX no redujo la duración de los síntomas del clado I en un ensayo clínico en la República Democrática del Congo. Pero, de manera prometedora, solo el 1,7% de los participantes murió, en comparación con una tasa de mortalidad típica del clado I en la República Democrática del Congo del 3,6% o más. Los expertos de los NIH destacaron la mejor atención médica brindada a los participantes del estudio.
La epidemióloga Dra. Jennifer McQuiston, responsable de la respuesta del clado I del mpox de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, dijo que el estudio ofrecía esperanza de que la atención sanitaria de alta calidad en los EE. UU. ayudaría a minimizar las muertes por la enfermedad.
El Dr. Dan Barouch, virólogo de la Facultad de Medicina de Harvard, dijo que era probable que en Estados Unidos se registraran casos del clado I. “El riesgo absoluto en Estados Unidos es actualmente bajo”, dijo. “Aunque debemos permanecer atentos”.
Los funcionarios de los CDC alertaron por primera vez a los médicos y otros proveedores de atención médica en diciembre para que estuvieran atentos al clado I. La agencia actualizó ese aviso el 7 de agosto. Cuando las clínicas de EE. UU. solicitan pruebas de posibles muestras de mpox de pacientes con casos sospechosos, algunos centros de pruebas examinan directamente el tipo de clado mpox, mientras que otros deben enviar muestras a los CDC para hacerlo. Todos los resultados positivos deben informarse a los CDC. Numerosos sitios en todo el país también examinan las aguas residuales para detectar signos de la infección en la población local.
“Estamos más preocupados por el clado I que por el clado II”, dijo McQuiston sobre la sostenida vigilancia interna de los CDC.
La agencia informó recientemente que recibir ambas dosis de la vacuna Jynneos parece reducir el riesgo de contraer mpox. Los CDC esperan que la vacuna proteja contra ambos clados.
Durante el brote de clado II, que ahora es de bajo nivel, la mpox se ha propagado de forma abrumadora a través de las relaciones sexuales entre hombres. Los CDC siguen instando a los hombres con múltiples parejas masculinas a que reciban ambas dosis de Jynneos. Se estima que solo 1 de cada 4 de las personas consideradas en riesgo significativo de contraer mpox en los EE. UU. han sido completamente vacunadas.
El brote en la República Democrática del Congo ha provocado una importante transmisión sexual del clado I tanto entre hombres homosexuales como entre trabajadoras sexuales. Sin embargo, los niños han representado dos tercios de los aproximadamente 20.000 casos sospechosos y tres cuartas partes de las 975 muertes presuntamente ocurridas en la República Democrática del Congo desde enero de 2023, según los CDC.
Es posible que las mutaciones documentadas recientemente en el virus lo hayan vuelto más transmisible. Rimoin dijo que el contacto físico cercano, ya sea sexual o no, en el hogar, probablemente siga siendo en gran medida necesario para la transmisión.
La gente en la República Democrática del Congo tiende a vivir en espacios mucho más reducidos que en Estados Unidos, afirmó Rimoin.
“No escuchamos informes de personas que lo hayan contraído en el mercado”, dijo McQuiston.
McQuiston agregó: “La propagación en los hogares puede estar ocurriendo en la República Democrática del Congo debido a que los miembros de la familia cuidan a los enfermos sin la capacidad de protegerse y tienen una menor capacidad para aislar a los infectados”.
La vacuna sigue siendo lamentablemente escasa en la República Democrática del Congo. En los Estados Unidos, donde hay un suministro adecuado, los contactos domésticos de personas infectadas pueden recibir la vacuna de manera profiláctica.
También es probable que las personas en las zonas rurales de la República Democrática del Congo contraigan el mpox de un huésped animal salvaje desconocido, tal vez un roedor. Se cree que ningún animal en EE.UU. es portador del virus.
Las diferencias en el comportamiento sexual entre hombres homosexuales y heterosexuales en Estados Unidos podrían seguir limitando la propagación del mpox entre la población estadounidense en general, dijo en una entrevista el Dr. Jeffrey Klausner, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad del Sur de California.
A diferencia de los heterosexuales, la población general de hombres homosexuales y bisexuales tiene dentro de sí un grupo más pequeño que tiene comportamientos que pueden sustentar un brote de mpox fuera de África, escribió Klausner en un comentario en The Lancet Microbe el 7 de agosto.
Klausner sostuvo que los investigadores de enfermedades infecciosas han subestimado la tasa de inmunidad natural a partir de una infección previa. Por ahora, una combinación de inmunidad natural e inducida por la vacuna, sostuvo, es suficiente entre quienes tienen patrones de comportamiento sexual con mayor probabilidad de transmitir mpox para prevenir en gran medida un brote importante.
Sin embargo, aunque las investigaciones sugieren que la inmunidad natural al brote de 2022 ha persistido, es posible que en última instancia disminuya y que el mpox mute para evadir dichas defensas.
Además, la Dra. Chloe Orkin, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad Queen Mary de Londres, dijo: “Se desconoce hasta qué punto la inmunidad al virus del clado II protegerá a las personas de la infección o de la enfermedad grave causada por el virus del clado I”.
Titanji de Emory agregó otro detalle al decir sobre el clado I: “No quiero que la gente se vuelva complaciente y piense que no podemos ver esto en una red heterosexual” en los EE. UU.
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