Vientos de menor intensidad dieron un respiro este viernes (10.01.2025) a los bomberos de Los Ángeles que batallan contra cinco incendios que ya dejan al menos 11 muertos y han destruido comunidades enteras en las afueras de la ciudad, en momentos en que surgen recriminaciones. sobre la responsabilidad del desastre.
Según el balance más reciente de las autoridades, 11 personas han fallecido por estos incendios, que ya han destruido más de 10.000 edificaciones.
El presidente estadounidense, Joe Biden, comparó el viernes a Los Ángeles con un «escenario de guerra» y dijo que hay «evidencia clara de saqueos» en medio del caos generado por el fuego.
Para enfrentar los saqueos, el saliente mandatario demócrata, que dejará la Casa Blanca el 20 de enero, afirmó que el gobierno está brindando seguridad al área con apoyo de militares y de la Guardia Nacional.
Toque de queda para evitar saqueos
El condado de Los Ángeles ha reforzado la seguridad de las zonas devastadas con la presencia de soldados de la Guardia Nacional de California y un toque de queda que busca evitar los saqueos en las viviendas que aún quedan en pie, una medida bien recibida por los vecinos que se han quedado a patrullar.
Este viernes el acceso a la ciudad de Altadena, devastada por el incendio Eaton, que oficialmente se ha cobrado la vida de al menos seis personas, era regulada por los soldados y oficiales de varias agencias de la ley locales y del estado, que solo permitían la entrada a los bomberos, el personal que atiende la emergencia y miembros de la prensa.
Incluso los residentes de la zona que fueron evacuados y querían regresar a ver como se encontraban sus hogares restringidos el paso.
El sheriff del condado, Robert Luna, declaró este viernes un toque de queda nocturno.
«No se puede estar en estas zonas afectadas. Si estás, puedes ser arrestado», dijo Luna en rueda de prensa. «Lo estamos haciendo para proteger las estructuras, las casas que la gente ha abandonado porque les hemos ordenado que se vayan».
Vientos de menor intensidad
Vientos de menor intensidad permitieron el viernes avanzar en la lucha contra el fuego.
El mayor de los incendios arrasó más de 8.000 hectáreas del exclusivo barrio de Pacific Palisades y en vecindarios de Malibú, donde los bomberos dijeron que empiezan a controlar el fuego.
El viernes, un 8% de su perímetro estaba contenido, lo que significa que no puede extenderse más en esa dirección.
Pero el incendio en Eaton, en el área de Altadena, solo estaba controlado en un 3%, con más de 5.000 hectáreas quemadas y la infraestructura clave, incluidas las torres de comunicación en Mount Wilson, amenazadas.
Un tercer fuego que estalló el jueves por la tarde cerca de Calabasas y el enclave de Hidden Hills, donde residen celebridades como Kim Kardashian, estaba bajo control en un 35%.
Las autoridades han dicho que es pronto para saber lo que provocó los incendios, mientras aumentan las críticas por la respuesta y preparación al desastre.
El gobernador Gavin Newsom ordenó el viernes una «completa revisión independiente» de los servicios de agua de la ciudad, al señalar que la falta de suministro y la pérdida de presión en los hidrantes es «profundamente preocupante».
«Necesitamos respuestas», escribió en una carta abierta.
Las autoridades aeronáuticas también investigan quién pilotaba un dron ilegal que impactó contra una cisterna de avión, que abrió un agujero del tamaño de un puño en el aparato dejándolo fuera de operación.
Un vuelo de la AFP sobre Pacific Palisades y Malibú reveló desolación.
En las codiciadas parcelas frente al mar de Malibú, los esqueletos de los edificios indicaban la escalada de lo que ha sido destruido. Mansiones multimillonarias han desaparecido.
Los meteorólogos han advertido que las condiciones «críticas» de viento y sequía, aunque han disminuido, no han terminado.
jc (afp, efe)