Nueva York lanza este domingo (01.05.2025) su programa de pesetas urbanos para combatir la congestión para los automovilistas que desean acceder al centro de Manhattan, algo inédito en un país donde manda el automóvil y potencial punto conflictivo entre las autoridades locales y el futuro Presidente Donald Trump.
La gobernadora demócrata del estado, Kathy Hochul, anunció en noviembre que los automovilistas que ingresaran a la isla de Manhattan al sur del famoso Central Park pagarían un peaje diurno de 9 dólares. Esto incluye barrios famosos como Midtown, Wall Street, Chelsea o Soho.
Esta polémica iniciativa pretende reducir la contaminación atmosférica y al mismo tiempo financiar el metro local, medio usado por 4 millones de personas al diario y que es continuamente criticado por su costo (2,90 dólares por viaje) y su obsolescencia.
«Fuerte oposición» de Trump
Se trata de un peaje inferior a los 15 dólares que preveía el plan anterior, cuya aplicación fue suspendida por Hochul en junio, alegando «demasiadas consecuencias imprevistas para los neoyorquinos».
Su implementación, a menos de dos semanas de la toma de posesión de Trump, no es baladí porque el proyecto precisamente requiere la aprobación de la presidencia estadounidense.
Sin embargo, si bien el saliente gobierno demócrata de Joe Biden se mostró un favor, el futuro presidente había expresado su «fuerte oposición» al peaje urbano alegando que «afectará a los trabajadores, las familias y las empresas».
Hochul quería presionar al líder republicano para evitar que vetara la iniciativa. Pero la disputa parece que seguirá siendo feroz en las próximas semanas y meses.
Casi 700.000 vehículos circulan diariamente por Manhattan a una velocidad promedio de 11 km/h, desde la calle 60 hacia el sur del área afectada, todo matizado por el incesante ulular de bocinas y de sirenas de policías, bomberos y ambulancias.
gs (afp, ap)