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NUEVA ORLEANS – Kim Alexander se sentó en medio del santuario medio lleno mientras la música y la oración llenaban la sala. Mientras el obispo Lester Love hablaba de sanación y esperanza desde el púlpito, Alexander no parecía convencido de que la ciudad será más segura después de que un atropello automovilístico mató a 14 juerguistas de Año Nuevo en Bourbon Street.
«Hay demasiadas áreas desatendidas en el Barrio Francés, hay demasiadas áreas desatendidas en la ciudad», dijo a NBC News el residente de Nueva Orleans de 60 años después del servicio. Dijo que cree que se deberían contratar más agentes.
No estaba sola en sus preocupaciones. Cientos de habitantes de Nueva Orleans se reunieron en la Iglesia Ciudad del Amor el sábado por la mañana para buscar consuelo y comprensión tras el ataque. Con las manos en alto y lágrimas rodando por sus rostros, los asistentes cantaron, gritaron y oraron, no solo por las víctimas, sino también por el atacante, la ciudad y un futuro más seguro.
El atacante, Shamsud-Din Jabbar, de 42 años y veterano del ejército estadounidense procedente de Texas, condujo un camión alquilado contra una multitud de juerguistas en Bourbon Street en las primeras horas del día de Año Nuevo. Las autoridades dijeron que publicó videos en línea durante su viaje a Nueva Orleans en los que profesaba su apoyo a ISIS. Después de abrirse paso entre la multitud, Jabbar murió en un tiroteo con la policía.
El ambiente en el servicio de oración de la mañana oscilaba entre el dolor y la determinación. Los agentes de policía acompañaron a los afligidos miembros de la comunidad de Nueva Orleans.
“Aunque estamos pasando por esto, las cosas mejorarán”, dijo Love a la congregación. «La ciudad está sufriendo, pero también es resiliente».
Mientras la ciudad se prepara para el Super Bowl el próximo mes y el Mardi Gras en marzo, las fuerzas del orden y los funcionarios locales prometieron reforzar las medidas de seguridad.
Después del servicio de oración, la sheriff de la parroquia de Orleans, Susan Hutson, dijo que la ciudad permanecerá alerta para mantener seguros a los residentes y turistas en los próximos meses, pero no podía descartar otra matanza en masa.
«Cualquiera puede hacer algo en un día cualquiera», dijo Hutson, añadiendo que las autoridades estarán bien preparadas para responder. «Si alguien quiere hacer algo, descubrirá cómo».
Aún así, la tragedia ha dejado a algunos cuestionando si Nueva Orleans está lista para recibir cientos de miles de visitantes en los próximos meses. Además del Super Bowl y el Mardi Gras, en abril se celebra el New Orleans Jazz & Heritage Festival, y el evento anual atrae a unas 400.000 personas cada año, según su sitio web.
Algunos confían en la fe para perseverar. “Tengo fe en que Dios está ordenando mis pasos”, dijo Tishawn Francis, de 45 años, asistente al servicio.
Will Holmes, de 44 años, es optimista, dijo, porque Nueva Orleans está equipada para manejar estos eventos.
La alcaldesa LaToya Cantrell, que asistió al servicio, reiteró su compromiso de apoyar a las víctimas y sus familias. Además de los 14 que murieron, decenas resultaron heridas, y muchas de ellas aún se encuentran en hospitales de la zona.
El ex superintendente de policía Michael Harrison elogió la rápida respuesta de las autoridades y señaló que la tragedia podría haber sido aún peor.
Harrison dijo que el atacante podría haber usado su arma en lugar del camión, porque “iba a matar sin importar nada”.
