
Un tribunal de Ecuador analizará este 26 de diciembre la solicitud de la defensa del exvicepresidente Jorge Glas de que sea trasladado a un centro hospitalario para atender sus problemas de salud.
“Porque lo que está pasando ya no es ‘cumplimiento de pena’: es crear las condiciones para dejarlo morir”, cuestionó Sonia Vera, abogada de Glas, al informar que el 22 de diciembre solicitaron un hábeas corpus correctivo por varias razones.
Denuncian que la más grave es que Glas no tiene atención médica adecuada en la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, donde cumple su más reciente condena de 13 años por malversación de fondos públicos, además de condenas previas de seis y ocho años por otros casos de corrupción.
Un juez aceptó a trámite y fijó para este viernes 26 de diciembre la audiencia para resolver el habeas corpus solicitado por Glas, con el que su defensa espera que el magistrado ordene su traslado a un hospital y que reciba el tratamiento que necesita.
Además, dispuso varias medidas. Por una parte, ordenó al Estado presentar obligatoriamente al exvicepresidente en la diligencia, que será presencial y telemática. Asimismo, indicó que, en el caso de necesidad médica justificada, Glas deberá ser trasladado al hospital o centro de salud público que recomiende su médico tratante para que reciba la atención requerida.
Las autoridades carcelarias también tendrán que remitir toda la documentación médica sobre el exvicepresidente, que deberá ser expuesta en la audiencia, junto con el informe jurídico y su prontuario penitenciario, según ordenó el juez.
‘Lo encontré más debilitado’
Su abogada describió el estado físico de su cliente, tras una videoconferencia. “Lo encontré más debilitado, más angustiado, más resignado. Esa resignación es la señal más peligrosa: cuando alguien deja de pelear, el cuerpo empieza a perder”, alertó.
La abogada de Glas, Sonia Vera, había señalado el pasado 23 que una reciente valoración médica integral realizada al exvicepresidente en el marco de las medidas provisionales dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) el pasado octubre, que ordenaron al Estado ecuatoriano garantizar su salud física y mental, concluyó que necesitaba una «hospitalización inmediata no diferible».
Dijo que el informe señala que Glas tiene «restricción para hidratarse» y que recibe «agua con características no compatibles con agua potable». Además, apunta que supuestamente tiene «pérdida marcada de masa muscular, debilidad y hambre recurrente por alimentación insuficiente», que «la medicación no está bajo control sanitario seguro» y que «el entorno lo enferma».
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“Y si, aun con medidas vigentes de la CIDH y de la CorteIDH, lo mantienen así, no estamos ante un descuido: estamos ante incumplimiento y ante trato cruel, inhumano y degradante”, alertó Vera, quien agregó: “Jorge está en riesgo vital inmediato”.
El exvicepresidente se encuentra en prisión desde 2024, cuando lo detuvieron en el asalto ordenado por el presidente Daniel Noboa a la Embajada de México en Quito para sacarlo a la fuerza, cuando ya había recibido asilo político.
El 10 de noviembre fue enviado, junto con cabecillas de bandas criminales, a la ‘Cárcel del Encuentro’, una instalación de máxima seguridad creada por Noboa. Al estilo ‘Bukele’, Noboa fotografía a los presos que estaban vestidos con ropas de color naranja, con la cabeza afeitada y doblegados en el suelo.
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Glas fue uno de los hombres fuertes del Gobierno del expresidente Rafael Correa, también sentenciado en un caso de corrupción en ausencia. Así mismo, es uno de los procesados en el último caso, en el que recibió 13 años de cárcel.
Con EFE y medios locales
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