
El 14 y 15 de diciembre de 2025 se debatieron las garantías de seguridad que Ucrania recibiría en caso de alcanzar un acuerdo de paz con Rusia. Además de los líderes europeos, participaron en esas conversaciones el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el enviado especial de EE. UU., Steve Witkoff, y el yerno de Donald Trump, Jared Kushner. Posteriormente, mantuvieron una conversación telefónica con Trump.
El canciller alemán, Friedrich Merz, y Zelenski evaluaron positivamente los resultados de las conversaciones. «Hemos escuchado de la parte estadounidense que está dispuesta a proporcionar garantías de seguridad del Artículo 5 del Tratado de la OTAN», declaró Zelenski en una rueda de prensa conjunta con Merz.
Garantías de seguridad
Un comunicado conjunto de los líderes de la UE hizo referencia a una «fuerza multinacional para Ucrania» liderada por Europa, compuesta por contribuciones de las naciones dispuestas a ello. El objetivo es aliviar la presión sobre las fuerzas armadas ucranianas y ayudarlas a asegurar el espacio aéreo y las rutas marítimas en el Mar Negro.
Se trataría de un mecanismo liderado por Estados Unidos, con el fin de supervisar el alto el fuego con participación internacional, así como la obligación legal y vinculante de los países participantes de tomar medidas para restablecer la paz y la seguridad en caso de un futuro ataque armado contra Ucrania.
La agencia de noticias Reuters, citando a sus propias fuentes, informó que Zelenski acordó durante las conversaciones en Berlín renunciar a la membresía de su país a la OTAN a cambio de garantías de seguridad por parte de Occidente.
Sin embargo, los detalles de dichas garantías para Ucrania siguen sin estar claros. «Estas medidas podrían incluir el despliegue de fuerzas armadas, inteligencia y apoyo logístico, así como medidas económicas y diplomáticas», se decía en el comunicado. Hasta el momento, Estados Unidos no ha hecho comentarios oficiales.
El Artículo 5 del Tratado de la OTAN no es la panacea
Susan Stewart, del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad (SWP), considera que el comunicado conjunto es «muy importante» para Ucrania. En su opinión, las posibles garantías de seguridad que se mencionan son similares a las que el Artículo 5 otorga a los miembros de la OTAN.
«El Artículo 5 del Tratado de la OTAN no establece que se deba responder necesariamente a un ataque con medios militares, sino que cada Estado utilice los medios que considere necesarios y apropiados», comenta Susan Stewart a DW.
Por su parte, la experta en seguridad Claudia Major, del German Marshall Fund, cree que las garantías de seguridad para Ucrania no son comparables a las que pueden ofrecer los países de la OTAN. «Es un apoyo, pero no es una obligación legalmente vinculante de defender a Ucrania en caso de un nuevo ataque”, declaró Major en el canal de televisión alemán ARD.
¿Cuál es la postura del Kremlin?
Pero quizás la pregunta más importante en este contexto es cómo reaccionará Rusia a las propuestas de europeos, ucranianos y estadounidenses. Markus Reisner, experto militar austriaco, no cree que Rusia haga concesiones, ya que considera que se encuentra «camino de la victoria».
«En concreto, se trata de la región del Donbás, de si los rusos pueden ocupar efectivamente todo el Donbás o no. Actualmente, los rusos insisten en ello. Putin continuará esta guerra hasta que eso suceda».
Reisner también se muestra escéptico sobre las posibles garantías de seguridad para Ucrania. Teme que las nuevas promesas se conviertan en otro «Memorando de Budapest» o «Acuerdo de Minsk», creados para proteger la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, pero que no impidieron que Rusia atacara el país en 2014 y en 2022. «Debemos esperar que estas garantías de seguridad, si provienen de Estados Unidos, sean realmente serias y se implementen”, explica Reisner.
Advertencia sobre un «Minsk 3»
Wilfried Jilge, del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores, teme un «Minsk 3», en alusión a los dos acuerdos anteriores que no lograron una paz duradera. Advierte, en particular, sobre una especie de zona de seguridad en el Donbás con acceso para representantes rusos.
«En cuanto los rusos se encuentren en dicha zona, aunque solo sean fuerzas policiales, es de esperar que las regulaciones vuelvan a ser socavadas y manipuladas», dice Jilge a DW. Esto podría llevar a que «los ucranianos se vean arrastrados de nuevo a sufrir provocaciones, que Rusia utilizará en última instancia como pretexto para ocupar el territorio». Y lo más importante, afirma Jilge, es que Rusia no está diciendo en absoluto que esté dispuesta a firmar nada.
(rmr/ms)
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