
El gobierno de Venezuela anunció este lunes 15 de diciembre que extinguió “de manera inmediata” cualquier “acuerdo, contrato o negociación” para suministrar gas natural a Trinidad y Tobago, en medio de las crecientes tensiones por el despliegue aeronaval estadounidense en el Caribe.
En un comunicado difundido en Telegram por la vicepresidenta Ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, se señaló al gobierno de Trinidad y Tobago de tener “participación” en lo que catalogó como “robo del petróleo venezolano”tras la incautación, el pasado 10 de diciembre, de un buque que navegaba con falsa bandera y que transportaba crudo del país suramericano.
“Este acto de piratería constituye una grave violación del derecho internacional y una franca transgresión a los principios de libre navegación y de comercio”, afirmó el Ejecutivo venezolano en el comunicado.
En este sentido, Venezuela acusó a la primera ministra trinitense, Kamla Persad-Bissessar, de revelar “una agenda hostil” en contra del país suramericano y la señaló de convertir su territorio en “portaaviones estadounidense para agredir a Venezuela”lo que describió como “vasallaje”.
Incautación del buque y ruptura de acuerdos energéticos
La nota recordó, además, que el presidente Nicolás Maduro había denunciado, el pasado 27 de octubre, el Acuerdo Marco de Cooperación Energética entre ambos países“ante la escalada de hostilidades y graves agresiones”.
El pasado martes, Estados Unidos interceptó el buque petrolero Skipper, que navegaba con falsa bandera frente a las costas de Venezuela, en una operación conjunta del Departamento de Guerra con la Guardia Costera estadounidense.
El buque fue incautado por orden de un juez del país norteamericano debido a sus vínculos previos con el contrabando de petróleo iranísancionado por Washington, pero en esta ocasión transportaba 1,9 millones de barriles de crudo de la estatal PDVSAsegún dijo el gobierno venezolano, que no precisó el país de destino.
El Ejecutivo calificó el decomiso como un “robo descarado”mientras que recordó que Persad-Bissessar asumió el poder el pasado mayo, cuando manifestó su disposición a no profundizar las relaciones energéticas con Venezuela.
La primera ministra fue declarada persona ‘no grata’ en octubre por la Asamblea Nacional venezolanapor lo que considera una “postura guerrerista” al permitir que Estados Unidos desarrolle ejercicios militares en la isla.
En septiembre, Estados Unidos y Trinidad y Tobago reafirmaron medidas conjuntas para garantizar que el gas natural que se produce en el Caribe “no beneficie significativamente” al gobierno de Venezuela.
Esto ocurre en medio del despliegue aeronaval que mantiene el país norteamericano en el Caribe desde agosto y que, según Washington, tiene como objetivo combatir el narcotráficoaunque Caracas lo considera un intento de propiciar un cambio de régimen.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Extranjeros de Trinidad y Tobago aseguró que la presencia estadounidense busca combatir el crimen transnacional y negó que los ejercicios militares tengan el propósito de provocar hostilidades contra Venezuela.
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