


El Fondo de Desarrollo Indígena Originario Campesino (Fondioc) nació con la meta de financiar proyectos para comunidades históricamente marginadas, utilizando 5% de la recaudación del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). No obstante, este programa de desarrollo social, creado en 2005 y operativo desde 2009 bajo el mandato de Evo Morales, se transformó en el epicentro de un gigantesco escándalo de corrupción en Bolivia.
Según reportes de Infobae, entre 2006 y 2014, el Fondioc gestionó un total de 3.197 millones de bolivianos, equivalentes a 460 millones de dólares. El directorio estaba integrado por representantes del Ejecutivo, incluyendo al entonces ministro de Economía, Luis Arce, y líderes de organizaciones sociales afines al Movimiento Al Socialismo (MAS).
Los primeros indicios serios de irregularidad surgieron en 2015revelando un manejo financiero turbio que incluía la transferencia de fondos a cuentas bancarias personales y el desembolso por proyectos que nunca se ejecutaron o quedaron inconclusos.
El exdirector del Fondioc, Marco Antonio Aramayo, estuvo como uno de los denunciantes clave, pero su rol se revirtió dramáticamente: enfrentó más de 200 procesos penales y pasó siete años detenido hasta su fallecimiento en 2022.
Investigaciones periodísticas complementarias revelaron el financiamiento de obras “fantasma” y proyectos sin relación con el objetivo del fondo, como cursos de formación para líderes sindicales.
Entre los casos más insólitos de corrupción se documentó el de un exsenador del MAS, Jorge Choque, quien recibió 800.000 dólares para obras en una comunidad inexistente que él mismo inventó bajo el nombre de Curuxa.
Daño económico y procesos judiciales
Aunque el monto exacto del daño económico varía, el Ministerio Público boliviano estimó un desfalco de 925 millones de bolivianos (132 millones de dólares), correspondientes a desembolsos realizados para unos 3.500 proyectos, de los cuales menos de la mitad se habrían concretado.
El escándalo implicó a altas figuras, marcando un punto de inflexión en 2016 con la aprehensión de la exministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, por presuntas irregularidades. Pese a un año de detención preventiva, Achacollo fue liberada y, aunque el caso se reactivó recientemente, ha pasado por un largo periodo de dilataciones judiciales.
De acuerdo con Infobae, el caso Fondioc experimentó una reactivación tras los cambios políticos en Bolivia. Recientemente, se aprehendió a la exdiputada Lidia Patty por cargos relacionados con la recepción de dinero del fondo en su cuenta personal.
La acción más relevante fue la detención preventiva del expresidente Luis Arce por cinco meses en el penal de San Pedro, en La Paz. La Fiscalía lo acusa de cinco delitos vinculados a presuntas transferencias ilegales de recursos.
El ministro de gobierno, Marco Antonio Oviedo, sostuvo que Arce es responsable de un desfalco de 360 millones de bolivianos (aproximadamente 51,7 millones de dólares), cifra que podría ser superior si se consideran otros «casos conexos».
Con información de Infobae
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