
La India tenía previsto enviar en 2022 su propia nave espacial, tripulada por astronautas del país. Pero la pandemia de COVID-19 y una serie de contratiempos técnicos retrasaron el progreso de la misión Gaganyaan.
La ISRO (Organización de Investigación Espacial de la India) certificó su cohete de lanzamiento LMV3 para viajes tripulados y aspira a completar tres lanzamientos sin tripulación de la nave espacial Gaganyaan en 2026. Tres astronautas se entrenan para el viaje espacial inaugural que, como muy pronto, tendría lugar en 2027.
Poner a sus «gaganyatris” en órbita situaría a la India junto a Estados Unidos, Unión Soviética, Rusia y China como las únicas naciones que han enviado a su propia gente al espacio en una nave espacial nacional. Gurbir Singh, que escribe sobre temas espaciales y reside en Reino Unido, ha investigado la evolución de ISRO desde que era una empresa emergente, en los años sesenta, hasta que se convirtió en una agencia espacial moderna. Singh comenta a DW que el programa Gaganyaan es una oportunidad para que la India se muestre como nueva potencia espacial.
«El objetivo es menos científico y más geopolítico», explica Singh. «Se trata simplemente de asegurar que la India se halla entre las grandes potencias, ya que todas ellas cuentan con un programa de vuelos espaciales tripulados», añade.
Misiones científicas de la India dan frutos
India ya iguala a otras naciones en exploración e investigación espacial. Se convirtió en la cuarta nación, después de Estados Unidos, Unión Soviética y China, en aterrizar en la Luna con la misión Chandrayaan 3, en 2023, convirtiéndose en la primera nación en enviar una nave espacial al polo sur lunar, un lugar difícil para aterrizar. En 2014, envió con éxito su nave espacial Mars Orbiter a Marte.
Según Singh, el verdadero valor de ISRO probablemente resida en sus programas científicos, más que en su ambición por enviar astronautas al espacio.
«La única razón por la que la India lo hace es porque, a pesar de no obtener el mismo beneficio económico, sí tiene ventajas geopolíticas», asegura Singh. Entre las iniciativas científicas y de exploración programadas por la ISRO se encuentran nuevas misiones para enviar recolectores de muestras a la Luna y a Marte. También se ha puesto en servicio una sonda para estudiar la atmósfera de Venus.
Colaboración con otras potencias espaciales
Singh prevé que la India se consolide como actor espacial importante en los próximos años. Para el primer ministro indio, Narendra Modi, es relevante estar al mismo nivel que su vecino y rival regional, China. Modi encomendó a ISRO la construcción de una estación espacial orbital con el objetivo de que el primer módulo se despliegue en 2028 y los astronautas indios pisen la Luna hasta 2040.
La India colabora ya con otra potencias espaciales, como Estados Unidos (NASA) o la Agencia Espacial Europea (ESA). De Rusia, la India recibirá un motor de cohete semicriogénico, según se acordó tras la visita de Vladimir Putin al país asiático.
«La India tiene una historia única y una corta trayectoria como nación independiente», subraya Singh. «Ha recorrido un largo camino en muy poco tiempo y ha desarrollado su infraestructura espacial mediante proyectos colaborativos a lo largo de sus 60 años de historia», alaba.
(rmr/ms)
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