
Un equipo de astrónomos de la Universidad Liverpool John Moores descubrió una supernova superluminosa a unos 10,000 millones de años luz. Nunca antes se había logrado que telescopios terrestres captaran un fenómeno de este tipo a una distancia tan grande. La fuente no aparece como un único destello en el cielo, sino como cuatro luces agrupadas en forma de “cruz”. Los científicos consideran que este hallazgo ofrece una oportunidad única para estudiar la energía oscura, uno de los grandes enigmas de la cosmología.
Observatorios como el Liverpool Telescope y Pan-STARRS identificaron una galaxia masiva rodeada por un patrón tipo Cruz de Einstein que proyecta la luz de una supernova aún más lejana. Los investigadores la bautizaron como SN 2025wny. La lente gravitacional de la galaxia desvió la luz y la amplificó hasta decenas de veces su brillo original.
Según Jacob Wise, uno de los autores de la investigación, encontrar la supernova ofrece un escenario de gran potencial para la astrofísica porque cada imagen de la cruz proviene del mismo fenómeno, pero la luz recorrió trayectorias distintas y llegó en momentos diferentes. Como se trata de una explosión breve y extremadamente energética, cada imagen aporta información única sobre la evolución de la supernova. Con el trabajo suficiente, ese resplandor permitiría medir cómo se expande el universo.
“Cuando la luz se «deforma» [por la lente gravitacional]los diferentes caminos que sigue para llegar a la Tierra no tienen todos la misma longitud, por lo que la luz que se mueve a lo largo de diferentes caminos tarda cantidades variables de tiempo en llegar hasta nosotros.”, explicó Wise en un comunicado de prensa. “Lo emocionante de eso es que la diferencia de tiempo entre diferentes imágenes depende de la tasa de expansión del universo”, añadió Daniel Perley, astrofísico y coautor.
¿Qué tiene que ver una supernova lejana con la energía oscura?
La energía oscura no es una fuerza como la electromagnética o la nuclear, sino un componente cósmico aún desconocido. Presumiblemente es la responsable de fomentar la evolución en la expansión del universo y, de acuerdo con el modelo más aceptado (Lambda-CDM), representa aproximadamente el 70% de la densidad de la energía total. Es difícil saber qué es exactamente porque no interactúa con la materia ordinaria ni con la luz.
Los científicos deducen su existencia al observar que el universo se expande a ritmos distintos en diferentes épocas. La explicación más sólida es que “algo” (la energía oscura) impulsa o frena esa expansión según los componentes presentes.
Aquí va el gran reto cosmológico actual: hay diferentes aceleraciones según la edad del universo. Están las medidas “contemporáneas” que estudian la expansión de las galaxias cercanas, y las remotas, que usan información más primordial, como el fondo de microondas. Hasta hace relativamente poco, se indicó que ambas eran correctas.
Una tercera forma de medir la aceleración universal, basada en supernovas de hace 10,000 millones de años (como la ya mencionada), ofrece datos valiosos que ayudarían a entender mejor qué es la energía oscura y reconciliar ambas mediciones.
«Por lo tanto, los estudios de supernovas con efecto lente podrían indicar en cuál de estas dos cifras deberíamos creer realmente», dijo Perley, en un comunicado de la universidad británica.
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