
El músico y productor venezolano Kreils García ha sido durante décadas un referente de la movida underground caraqueña. Su figura, asociada a la escena nocturna y al rock alternativo, se ha mantenido fiel a un estilo que privilegia la autenticidad sobre la fama.
En 2025, sin embargo, dio un salto inesperado: se convirtió en Primer Finalista y ganador del “Premio del Comité a la Mejor Canción” en la 9na edición del Festival San Remo Senior, celebrado en Italia.
La noticia sorprendió a quienes lo recuerdan como un ícono del rock criollo. Consultado sobre su decisión de participar en un evento, aparentemente, tan distinto a su trayectoria, García enfatiza: “Comprendo que no entiendan, sin embargo, mi asunto es básicamente la canción, y San Remo es la cuna de la canción europea. Quería ver qué les parecía mi trabajo.”


Un artista de bajo perfil
En Caracas, Kreils García ha sido considerado un artista de bajo perfil, alejado de los reflectores del corriente principal. Él mismo lo matiza: “Para nada, hago lo que hago y si las cosas fluyen bien, si no, como en Venezuela, yo sigo igual. Para Kreils, como ser humano, el oficio musical no tiene vuelta, así he vivido desde muy joven… lo de la fama y eso, ya me parecen un espejismo, nací en el 76’.”
Su bello tema «El que no se rinde», premiado en San Remo, es una muestra de esa filosofía. Con una melodía intensa y un mensaje de resiliencia, la canción se convirtió en símbolo de su capacidad para transformar la experiencia personal en un discurso universal.
Construido en comunidad
Lejos de encasillarse en un género, García reconoce influencias múltiples. Su universo creativo se nutre tanto de la literatura y las artes plásticas como de la experiencia compartida con colegas y amigos, lo que refuerza la idea de un artista que se construye en comunidad. “Siempre he leído a Guramatos, Borges, García Márquez y he procurado nutrirme de la danza, el teatro, Reverón y así, pero ahora mismo creo que las influencias que más cuentan son todas esas personas que me han rodeado en el camino, mi hermano Remmy, Cangrejo, PTT Lizardo y por ahí va la lista.”
El fenómeno San Remo
Llegar al festival no fue sencillo. García lo describe con humor y crudeza: “Pues primero aplicar, luego correr mucho, menearla duro. Mucha gente ayudó para que esto pasara.” Su participación fue autogestionada, sin apoyo institucional, lo que subraya la dimensión de su logro. En un país donde los recursos suelen ser escasos, su presencia en Italia es también un acto de supervivencia y visibilidad para la música independiente venezolana.
El reconocimiento en San Remo Senior tiene un doble impacto: valida la obra de un artista que ha construido su carrera desde la independencia y abre una ventana para la música venezolana en escenarios internacionales. García lo resume: “He aprendido un montón con esta experiencia en el San Remo Senior 2025 y eso lo atesoro.”
Su éxito demuestra que el underground caraqueño no es un espacio marginal, sino una cantera de talento capaz de dialogar con públicos globales. En un contexto de dificultad, su ejemplo reafirma la importancia de la persistencia.
Tras la intensidad del festival y el ritmo frenético de sus últimas andadas, García confiesa con humor: “Quiero dormir, jajajaja. Ahora mismo estoy produciendo un par de temas en Suiza con una cantante venezolana”.
El flow de la caraqueñidad
Su repertorio, según críticos, se caracteriza por una atmósfera densa, gótica y poética, cercana a los “poetas malditos”. García lo asume con naturalidad: “Me temo, pero ya es tarde, soy lo que soy.” Esa identidad sonora, marcada por climas fríos y elaboraciones líricas, se combina con la impronta tropical y urbana de Caracas. “Ay, Caracas sale a cada rato. Amo mi ciudad y creo que es un lugar lleno de historias extraordinarias. El que conoce esa ciudad de verdad, sabe que le ronca.”
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