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La defensa de Jair Bolsonaro reactivó este viernes el debate sobre cómo debe cumplir su condena. Los abogados acudieron directamente a la Corte Suprema para pedir que el expresidente permanezca en su casa, argumentando que su salud se ha deteriorado y que ese estado requiere un régimen de prisión domiciliaria.
El equipo legal presentó la solicitud al juez Alexandre de Moraes, quien dirige el proceso en el que Bolsonaro fue declarado culpable de “liderar” un intento por revertir los resultados de las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva. Aunque el magistrado todavía no ha ordenado la ejecución de la condena —una decisión que podría llegar en breve, después de que la Primera Sala rechazara los primeros recursos— la defensa decidió adelantarse y pedir “la concesión de una prisión domiciliaria humanitaria” que el expresidente cumpliría “integralmente” en su residencia de Brasilia.
Exigen prisión domiciliaria por graves problemas crónicos de salud
Bolsonaro, de 70 años, ya vive bajo arresto domiciliario desde el 4 de agosto, cuando la Justicia determinó que incumplió medidas cautelares relacionadas con este mismo caso. Sus abogados plantean que puede continuar allí, bajo monitoreo electrónico y siguiendo las “restricciones” que el Supremo considere necesarias.
La defensa fundamenta el pedido en lo que describe como una situación “excepcional” y “humanitaria”, ligada a los serios problemas de salud que el expresidente arrastra desde hace años. Su familia asegura que Bolsonaro sufre episodios frecuentes de hipo, mareos y náuseas, molestias que su entorno vincula con la puñalada que recibió durante la campaña de 2018 y las cirugías posteriores.
La gravedad de este cuadro quedó reflejada en el mensaje que su hijo, el concejal Carlos Bolsonaro, publicó durante la madrugada. Allí afirmó que su padre “cuando está despierto, vomita constantemente”, y agregó: “Nunca lo había visto así. Tiene hipo mientras duerme y temo que tenga reflujo, lo cual podría ser fatal si aspira lo que vomita”.
A estos problemas se suma un reciente procedimiento médico en el que le retiraron ocho lesiones cutáneas, dos de ellas diagnosticadas como un tipo de cáncer en “estado precoz”. Debido a ello, Bolsonaro deberá someterse a controles médicos regulares para monitorear su evolución.
