
La Unión Europea quiere hacer frente a la injerencia extranjera y frenar el flujo de desinformación que se difunde por internet. Para ello, la Comisión Europea acaba de presentar un proyecto denominado Escudo Europeo de la Democracia.
«La desinformación, la manipulación algorítmica, la presión financiera sobre los medios de comunicación y las herramientas de inteligencia artificial amenazan nuestro modo de vida democrático», explicó el comisario europeo Michael McGrath a periodistas el miércoles (12.11.2025)..
«Los regímenes autoritarios están utilizando tácticas híbridas, atacando las infraestructuras, explotando la migración, manipulando la información, desplegando redes criminales e interfiriendo en nuestros procesos electorales», prosiguió McGrath.
Situada junto a él, la responsable digital de la UE, Henna Virukkunen, fue menos ambigua y acusó explícitamente a Rusia de atacar al bloque con «manipulación e interferencia de la información».
¿Qué es el «escudo democrático» de la UE?
El denominado Escudo Europeo de la Democracia de la UE se basa en gran medida en el refuerzo de medidas ya existentes o en mejoras en la coordinación. La UE quiere colaborar con las empresas tecnológicas en un nuevo protocolo de «incidentes y crisis» para garantizar que los Gobiernos de la UE puedan actuar con mayor rapidez si detectan una campaña de desinformación masiva.
La Comisión también se ha comprometido a «reforzar» la financiación de los medios de comunicación locales e independientes, así como a «evaluar» nuevas formas de «modernizar las normas publicitarias para fomentar la sostenibilidad de los medios de comunicación de la UE».
Pero lo más destacado es la creación del nuevo centro de lucha contra la desinformación del bloque, que, según un funcionario de la UE, probablemente estará en funcionamiento la próxima semana.
Futuros miembros, también bienvenidos
Países que aspiran a ser nuevos miembros de la UE, como Ucrania, Montenegro o Albania, también serán invitados a unirse al club contra la desinformación.
«La realidad es que, a medida que se acercan a la adhesión a la UE, la intensidad de la amenaza a la que se enfrentan en términos de injerencia extranjera no hará más que aumentar», afirmó McGrath.
Moldavia, candidato a miembro de la UE y antiguo Estado soviético, se enfrentó a intentos generalizados de injerencia en torno a las cruciales elecciones de este año, incluyendo planes descubiertos por periodistas en los que se ofrecía a los ciudadanos pagos en efectivo de bancos con sede en Rusia para publicar contenido antigubernamental en internet. Moscú negó su participación en la injerencia.
¿Tiene fuerza el plan?
El nuevo centro insignia es solo una medida voluntaria, lo que significa que los Gobiernos de los distintos países de la UE no estarán obligados a participar.
«Los Estados miembros no quieren que la Comisión Europea sea necesariamente demasiado activa en un ámbito que consideran competencia nacional y una cuestión de soberanía», comenta a DW Luise Quaritsch, investigadora del grupo de expertos Jacques Delors Centre.
Quaritsch subraya que los nuevos planes de Bruselas están llenos de «buenas ideas», pero advierte de que el enfoque actual de la UE para combatir la desinformación podría estar fallando. Esas medidas incluyen exponer y desacreditar casos individuales de narrativas falsas difundidas por bots en línea, o páginas web conocidas como «Doble» [«doble» o «duplicado», que emulan casi a la perfección a sitios web originales]para engañar a los usuarios y hacerles creer que están leyendo artículos en sitios web de noticias nacionales.
«Para cuando la gente los ha visto, o para cuando se ha añadido la verificación de los hechos, ya es demasiado tarde», explica la experta.
¿Desconfianza hacia Washington?
El ejecutivo de la UE se ha esforzado en subrayar que su escudo democrático no va suprimir la libertad de expresión, un mensaje que parece estar cuidadosamente elaborado no solo para los ciudadanos del bloque comunitario, sino también para los legisladores al otro lado del Atlántico.
La administración Trump ha criticado duramente el reglamento digital del bloque, y el vicepresidente JD Vance aprovechó un discurso pronunciado en París a principios de 2025 para arremeter contra la UE y advertir que «Estados Unidos no puede aceptar y no aceptará» que gobiernos extranjeros «aprieten las tuercas» a las empresas tecnológicas estadounidenses.
Las nuevas medidas que acaba de presentar la CE no imponen nuevas obligaciones legales a las grandes tecnológicas, sino que piden a plataformas como Facebook, TikTok y Google —que se han adherido voluntariamente a un código de conducta de la UE contra la desinformación— que colaboren de forma más proactiva con los gobiernos.
¿Y qué pasa con X?
Esto ha vuelto a poner en el punto de mira a X, anteriormente Twitter, que se retiró de todas las medidas voluntarias de la UE en 2023 bajo el liderazgo de Elon Musk.
La Comisión Europea niega las acusaciones que afirman que ha retrasado el resultado de una investigación de dos años sobre presuntas infracciones de la legislación europea en X, en un intento por mantener contento al Gobierno de Trump, en medio de la incertidumbre sobre los aranceles estadounidenses y el apoyo a Ucrania.
Reporteros sin Fronteras es una de las organizaciones que ha pedido a la UE un endurecimiento de las medidas tecnológicas de su plan de protección de la democracia. «Es hora de recuperar el control del espacio en línea, garantizando que los algoritmos de las plataformas de redes sociales y los asistentes de inteligencia artificial estén diseñados para defender las garantías democráticas mediante la promoción de fuentes de noticias fiables», ha dicho Thibaut Bruttin, director general de RSF.
(ms/cp)
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