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¿ A quién querían parecerse Zinedine Zidane, Andrés Iniesta o Xavi Hernández cuando empezaban sus carreras?
A Paul Scholes, legendario futbolista inglés que era un verdadero artista en la cancha por la asombrosa precisión de su pase, su visión de juego, su fabuloso remate de media distancia, su carácter a toda prueba.
El mítico jugador del Manchester United ganó 25 títulos en su carrera, nada menos que 11 de Premier League y 2 de Champions League.
No quiere drama, pero el autismo cambió la vida de Scholes
El histórico de la selección de Inglaterra sorprendió al revelar que lleva más de dos décadas conviviendo con el autismo severo de su hijo Aiden.
«Nunca tuve un respiro, ni siquiera cuando jugaba. Fueron días muy duros. Creo que no se lo diagnosticaron hasta que tuvo dos años y medio. Pero uno sabía desde pequeño que algo andaba mal, y luego llega el diagnóstico, y yo nunca había oído hablar de ello. De repente empiezas a verlo todo, no sé si sucede de forma consciente, no lo sé», contó en el podcast The Overlap, junto a excompañeros como Gary Neville, Roy Keane e Ian Wright.
Añadió que los primeros años fueron lo más complicado pues solía llegar a los entrenamientos en Carrington con marcas de mordiscos o arañazos que Aiden le había hecho por la frustración de no ser comprendido.
«Recuerdo la primera vez, después de un partido contra el Derby fuera de casa, y simplemente no quería estar allí. Recuerdo que el entrenador me dejó fuera del equipo la semana siguiente, y no le había contado a nadie (sobre el diagnóstico). Terminé contándoselo unas semanas después, creo que porque fue bastante duro», afirmó ante el asombro y la solidaridad de sus amigos.
Paul Sholes, podcast La superposición
Paul Sholes, podcast La superposición
El día a día del autismo
El exfutbolista contó que él su esposa Claire Froggart se separaron «después de años de silencio» y que aboslutamente toda la vida de ambos y de sus otros dos hijos pasó por las rutinas, muy precisas, de Aiden, quien cumplirá 21 años en diciembre próximo.
«Todo mi trabajo ahora gira en torno a su rutina, porque tiene una rutina bastante estricta todos los días, así que decidí que todo lo que haga estará enfocado en Aiden», contó.
Dijo que pasan «tres noches cada uno» con él a la semana y que el niño pasa la noche del viernes con la madre de Froggatt.
«Siempre hacemos las mismas cosas con él, ya que no sabe qué día de la semana ni qué hora es. Pero lo sabe por lo que estamos haciendo —continuó Scholes—. Lo recojo todos los martes de la guardería y vamos a nadar. Le encanta nadar y luego le compramos una pizza de camino a casa. Los jueves lo recojo, vamos a comer algo y volvemos a casa. Los domingos lo recojo de casa de Claire y vamos a Tesco, donde compra un carrito lleno de chocolate. Así que, no sabe qué día ni qué hora es, pero lo sabe por lo que estamos haciendo».
Al hablar de su diagnóstico, Scholes apuntó: «Cuando digo que no puede hablar, creo que entiende mucho más de lo que pensamos. Tiene sonidos, pero solo las personas cercanas a él saben lo que dice».
Scholes renunció a prometedora carrera en medios por su hijo
A partir de su retiro, en 2013, Scholes, igual que varios de sus compañeros, dio el paso a ser analista en programas de televisión. Su éxito fue arrollador y, a sus 50 años, era habitual verlo en las transmisiones televisivas de partidos nacionales y europeos.
Sin embargo, de repente se retiró y se concentró en un podcast con su excompañero Nicky Butt, llamado «The Good, The Bad & The Football».
«Trabajo en el estudio, pero todo gira en torno a su día», contó. «La temporada pasada, los jueves por la noche comentaba los partidos de la Europa League del Manchester United; esa era la noche en que normalmente estaba con él, así que se ponía muy inquieto, mordiendo y arañando», reveló.
«Él sabe que la rutina no se establece de inmediato. Y yo estuve así durante años, siempre pensando que tenía que parar en algún momento, así que tuve la oportunidad de hacer el podcast y pensé que me vendría mejor, bueno, no a mí, sino a Aiden», dijo.
De hecho, en el podcast de Gary Neville «Stick to Football», Scholes había confesado que había días que «odiaba» el trabajo en televisión y el clima tóxico que muchas veces generaba en las redes sociales. La decisión, entonces, no habría sido tan difícil de tomar.
Así que, lejos de la leyenda y ese rol de indestructible que proyectó en las canchas, Scholes dejó ver su lado más emotivo al hablar de su vida conviviendo con una enfermedad que lo ha acercado a otros padres que viven, de la manera más optimista y propositiva, con esta condición. Otro famoso futbolista que tiene un hijo con autismo es el español Cucurella.
