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La organización no gubernamental (ONG) Foro Penal reportó que hay un total de 866 presos políticos en Venezuela en su más reciente informe, correspondiente al 20 de octubre.
De este total, 758 son hombres, 108 son mujeres y 4 son adolescentes. La ONG destacó que 693 de ellos son civiles y 173 militares; mientras que 97 personas tienen nacionalidad extranjera.
Además, solo 156 personas han sido condenadas, mientras que 710 aún se encuentran en espera de una sentencia definitiva.
Foro Penal indicó que la cifra de ciudadanos arrestados en Venezuela por motivos políticos desde el año 2014 hasta la fecha es de 18.532 personas.
La organización denunció en agosto de 2024 que Venezuela registró la cifra más alta de presos políticos en la historia de Venezuela, “al menos en el siglo XXI”, con un total de 1.674 presos políticos para ese entonces.
El gobierno venezolano niega que en el país haya personas detenidas por motivos políticos, sino que -aseguran- cometieron “delitos contra la seguridad nacional”, una afirmación que rechazan varias ONG y líderes opositores.
Iglesia católica venezolana abogó por los presos políticos
El cardenal venezolano Baltazar Porras se refirió el 18 de octubre a la situación de los presos políticos en Venezuela durante un evento en Roma, Italia, en el que participó como parte de las actividades previas a la canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles.
Antes de tocar el tema de los presos políticos, Porras denunció varios aspectos que afectan a los venezolanos.
“La merma del ejercicio de la libertad ciudadana, el crecimiento de la pobreza, la militarización como forma de gobierno que excita la violencia, la corrupción y la falta de autonomía de los poderes públicos”, señaló Porras.
El purpurado aseguró que, como ya lo había señalado la Conferencia Episcopal Venezolana, los ciudadanos en Venezuela enfrentan un panorama “moralmente inaceptable”.
“Por último el tema de los presos políticos, privados de libertad por razones no siempre claras, se rompe la unidad familiar y sufren todos”, expresó Porras.
El cardenal advirtió que este panorama “no ayuda a la convivencia pacífica ni a superar las carencias estructurales de la sociedad”.
