


La Generalitat de Catalunya ha cerrado con la banca una operación para refinanciar 3.500 millones del FLA a un tipo por debajo del vigente en ese mecanismo estatal, un movimiento que rebaja el coste de su deuda y amplía el abanico de financiadores.
Mediante siete préstamos firmados con seis entidades españolasel Ejecutivo catalán vuelve a trabajar con el sector privado a largo plazo tras más de una década apoyándose casi en exclusiva en el Estado, con el objetivo de diversificar las fuentes de financiación y aprovechar el actual entorno de tipos.
Contexto y alcance de la refinanciación
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La autorización para endeudarse a largo plazo por hasta 3.500 millones de euros llegó en mayo por parte del Consejo de Ministros y del Consell Executiu, paso previo a una colocación que recibió ofertas por importes superiores a lo solicitado entre mayo y julio.
Con esta operación, la Generalitat avanza en la normalización de su financiación tras los años en los que el Fondo de Liquidez Autonómico fue el canal principal y, en muchos ejercicios, casi el único, para cubrir vencimientos y necesidades de tesorería.
El FLA nació como instrumento de apoyo a las comunidades y, en el caso catalán, supuso durante años una dependencia elevada del Estado; desde su puesta en marcha en la anterior crisis, ha canalizado hacia Cataluña en torno a 64.000 millones. El retorno a la banca privada no implica abandonar ese mecanismo, pero sí mejorar el perfil de deuda y la capacidad de negociación.
Además, el Govern mantiene en la agenda la posible condonación parcial del FLA aprobada en el ámbito del CPFF, que para Cataluña ascendería a unos 17.000 millones, pendiente de concreción normativa en próximas fechas.
Condiciones financieras: tipos, ahorro y calendario


El tipo medio pactado con los bancos se sitúa en el 2,951%frente al 3,497% del préstamo FLA 2023, lo que supone una reducción de 54,6 puntos básicos en el coste del endeudamiento respecto a esa referencia.
La rebaja de tipos se traducirá en un ahorro acumulado de 127,6 millones de euros en intereses a lo largo de la vida de los créditos, con horizonte hasta 2035, y un impacto ya visible en el próximo ejercicio, cuando se prevé dejar de pagar alrededor de 19 millones.
El alivio llega en un contexto de carga financiera elevada: la deuda pública catalana rondaba los 89.035 millones al cierre del último ejercicio disponible (cerca del 29,7% del PIB), y solo en concepto de intereses se abonaron en torno a 1.697 millones.
El calendario de vencimientos también es exigente, con amortizaciones previstas de 7.864 millones en 2025, 7.792 millones en 2026, 8.106 millones en 2027 y 8.792 millones en 2028; de ahí el interés por asegurar condiciones más favorables antes de afrontar esas fechas.
Bancos participantes y estrategia a futuro


En la operación han intervenido seis bancos españoles; según fuentes del mercado, entre ellos figuran entidades como Bbva (con alrededor de 1.000 millones), Santander (cerca del 20% del total), así como CaixaBank Y Banc Sabadellmientras que la Generalitat no ha difundido un desglose oficial por entidad.
El objetivo del Govern es consolidar esta vía privada como complemento del FLA para diversificar y abaratar su pasivo, si bien la emisión de bonos en mercados continúa condicionada por las reglas que limitan simultanear esa financiación con el cobro de líneas estatales.
El cambio de rumbo ha sido posible por el giro de la política monetaria del BCE tras los máximos de 2023: con un coste del FLA al alza entonces, las condiciones actuales del crédito bancario ofrecen una ventana para reducir intereses y ganar margen de gestión.
La refinanciación de 3.500 millones del FLA marca un hito tras trece años sin acudir al sector privado a largo plazo: baja el tipo efectivo, genera un ahorro sustancial hasta 2035 y lanza un mensaje de estabilidad financiera y mayor autonomía en la estrategia de financiación de la Generalitat.
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