Cómo ahorrar 500 euros al año en combustible con estos hábitos

Cómo ahorrar 500 euros al año en combustible con estos hábitos

Cómo ahorrar 500 euros al año en combustible con estos hábitos

El coste del combustible sigue siendo una de las preocupaciones principales para millones de conductores en España. Aunque los precios ya no están en sus máximos históricos, llenar el depósito continúa siendo un gasto importante, especialmente en épocas de viajes como el verano. La buena noticia es que se pueden aplicar una serie de estrategias y buenos hábitos al volante que, según la Dirección General de Tráfico (DGT) y otros expertos, pueden ayudarte a ahorrar hasta 500 euros al año en gasolina o diésel.

Este ahorro no solo es posible, sino que además contribuye a reducir las emisiones de CO2 y a alargar la vida útil del vehículo. La clave está en una conducción eficiente, una buena planificación y prestar atención a detalles que a menudo se pasan por alto. A continuación, te contamos todas las claves para lograrlo.

La velocidad óptima para ahorrar combustible

Uno de los factores más relevantes para reducir el consumo es la velocidad. Circular a 120 km/h puede disparar el gasto de combustible hasta en un 30% en comparación con hacerlo a una velocidad más moderada. Diversos estudios coinciden en que 95 km/h es la velocidad ideal en carretera para ahorrarya que permite mantener un consumo de entre 5,5 y 6 litros cada 100 km en motores estándar, frente a los 7,5 litros que requiere circular a 120 km/h.

Este pequeño ajuste puede parecer insignificante, pero si haces unos 15.000 o 16.000 km al año, podrías ahorrar alrededor de 500 euros anualessiempre que el precio del litro se mantenga en torno a 1,60 euros.

Y si te preocupa el tiempo, no hay tanta diferencia como podrías pensar. En trayectos de unos 300 km, reducir la velocidad de 120 a 95 km/h supone llegar solo 20 o 25 minutos más tarde. La relación entre el ahorro económico y el ligero aumento de tiempo hace que merezca mucho la pena.

Mantenimiento y presión de neumáticos

No hay conducción eficiente que valga si el coche no está en buen estado. Una revisión anual en el taller es imprescindibleespecialmente en vehículos antiguos. Revisar el motor, los filtros y el sistema de inyección puede marcar una gran diferencia en el rendimiento y, por tanto, en el consumo.

Además, es vital revisar con frecuencia la presión de los neumáticos. Circular con una presión inferior a la recomendada por el fabricante (por ejemplo, 0,5 bares menos) puede incrementar el consumo hasta un 4% en carretera. Si cargas el coche con mucho equipaje, recuerda aumentar también la presión de los neumáticos, siempre siguiendo las indicaciones del fabricante, que encontrarás en la tapa del depósito o en el marco de la puerta del conductor. La bajada del crudo también puede influir en los precios de los combustibles y, en consecuencia, en tu ahorro.

También puedes optar por neumáticos con baja resistencia a la rodaduradisponibles en la mayoría de fabricantes, que permiten recortar el consumo hasta en un 3% adicional.

La importancia de las marchas largas y la anticipación

Aprovechar al máximo la respuesta del motor en marchas largas también ayuda significativamente. Los coches actuales permiten circular a bajas revoluciones sin que el motor sufra. La recomendación general es cambiar a una marcha larga tan pronto como sea posible y mantener el régimen bajo.

En motores diésel, lo ideal es cambiar entre las 1.500 y 2.000 revoluciones; en motores de gasolina, entre 2.000 y 2.500 rpm. Conducir en marchas largas a baja velocidad reduce considerablemente el gasto.

Además, una conducción anticipada y suave es clave. Evita frenazos y acelerones bruscos, y mantén siempre la distancia de seguridad. Esto permite circular con mayor fluidez, utilizar menos el freno y aprovechar el freno motor cuando sea posible. Por ejemplo, si reduces velocidad levantando el pie del acelerador a más de 20 km/h con una marcha puesta, el consumo es prácticamente nulo.

Uso inteligente del aire acondicionado y la carga del vehículo

El sistema de climatización también influye notablemente. Utilizar el aire acondicionado en momentos innecesarios aumenta el consumo entre un 10% y un 20%. En ciudad, es más eficiente bajar las ventanillas, pero a velocidad alta, abrirlas afecta a la aerodinámica del coche y eleva el gasto. En ese caso, es preferible encender el aire. Las eléctricas están innovando en soluciones para mejorar la eficiencia energética en vehículos.

Otro aspecto a tener en cuenta es el peso del vehículo. Llevar el maletero lleno de objetos innecesarios o mal distribuidos repercute directamente en el consumo. Si necesitas espacio extra, es mejor usar un portaobjetos de techo cerrado con diseño aerodinámico que cargar bultos desordenadamente en una baca, lo que puede incrementar el gasto hasta en un 40% por el aumento de resistencia al aire.

Cuándo apagar el motor y cómo planificar tus viajes

Un error común es dejar el coche encendido en paradas cortas “por si acaso”. Sin embargo, si la parada va a durar más de 60 segundos, conviene apagar el motor. Estando al ralentí, el coche consume entre 0,5 y 0,7 litros por hora. O lo que es lo mismo, cada minuto sin avanzar es caro.

Por otro lado, planificar con antelación los recorridos puede parecer una obviedad, pero marca la diferencia. Evitar atascos, obras o tramos con retenciones multiplica la eficiencia. Consultar el estado de las carreteras en la web de la DGT o mediante el navegador GPS ayuda a elegir la mejor ruta y a conducir de forma más relajada y continua. También puede beneficiar tu economía si planificas correctamente.

Un viaje algo más largo pero fluido puede resultar más rentable que uno corto con paradas y tráfico denso. Diez minutos extra pueden suponer un consumo adicional del 14%, lo que a la larga impacta notablemente en el bolsillo.

Aplicar estos pequeños gestos genera un impacto importante en el consumo anual del vehículo. Lo fundamental es incorporar hábitos sencillos y conscientes al volante.

Si se conduce de manera eficiente, se revisa periódicamente el coche, se cuidan los neumáticos, se optimiza el uso del climatizador y se planifican bien los desplazamientos, cualquier conductor medio que realice entre 12.000 y 16.000 km al año puede llegar a ahorrar hasta 500 euros sin esfuerzo aparente. Puede ser un factor adicional positivo.

Además, ese ahorro viene acompañado de una conducción más segura, responsable y respetuosa con el medio ambiente. El coche también se verá beneficiado, al estar en mejores condiciones y consumir menos.

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