Once niños de Aguachica, Cesar, tuvieron la posibilidad de estar al otro lado del mundo, más exactamente en Estambul, Turquía, en donde estuvieron realizando entrenamientos deportivos junto a grandes figuras del fútbol colombiano que destacan en el exterior.
Esta experiencia no solo les abrió las puertas del deporte internacional, sino que también les sembró la semilla del asombro, del respeto por lo diverso y del deseo de soñar en grande, más allá de cualquier frontera.
Con maletas cargadas de ilusiones, llegaron a Bogotá el domingo 25 de mayo, con un clima que, a primera impresión, contrastaba con los 28 grados centígrados habituales de su municipio. Arrancaron la semana ultimando detalles propios del viaje, como la expedición de los pasaportes que se convertirían en su puente a estas nuevas experiencias, mientras, a la par, recibían consejos de la canciller Laura Sarabia, quien los motivó no solo a atesorar cada momento, sino también a disfrutar de la gastronomía y aprender cada detalle de esta nueva cultura.
Colombianos visitando Galatasaray.
Foto:
Cancillería de Colombia
Durante su estancia en Turquía, los once jóvenes participaron en una clínica deportiva con las fuerzas juveniles del Club Galatasaray, el más grande del fútbol turco, donde alguna vez entrenaron Falcao García y Farid Mondragón, y donde hoy brillan Catalina Usme, Dávinson Sánchez y Carlos Cuesta.
Bajo la orientación del exfutbolista turco Orhan Atik, los niños aprendieron mucho más que técnica: aprendieron disciplina, respeto, trabajo en equipo y confianza en sí mismos. Pero el fútbol fue solo una parte de la historia.
Colombianos visitando Galatasaray
Foto:
Cancillería de Colombia
Los jóvenes también recorrieron lugares emblemáticos de Estambul: la imponente Mezquita Azul, la majestuosa Santa Sofía, los antiguos palacios de Topkapi y Dolmabahce. Escucharon otras lenguas, probaron nuevos sabores, aprendieron saludos distintos y comprendieron que el mundo es más grande —y también más cercano— de lo que parecía desde casa.
Uno de los momentos más memorables fue el encuentro con Dávinson Sánchez y Carlos Cuesta –sus ídolos–, quienes no solo los recibieron, sino que los invitaron a vivir una celebración que quedará grabada en sus memorias para siempre: la consagración del Galatasaray como campeón de la Liga y la Copa de Turquía.
Esa noche, los once niños colombianos bajaron a la gramilla del estadio Rams Park para alzar los trofeos junto a los jugadores, entre porras, aplausos y banderas. Hubo lágrimas, pero todas de alegría, porque ante sus ojos no solo brillaba la copa y las condecoraciones, sino también la certeza de que los sueños, por lejanos que parezcan, sí se pueden alcanzar.
“Queremos dejar el nombre de Colombia en alto, porque si nos eligieron a nosotros es porque tenemos mucho para dar”, dijo Ángel David Osorio, uno de los jóvenes seleccionados, resumiendo el sentimiento de todo el grupo.
La experiencia culminó con el último entrenamiento en las instalaciones del Galatasaray, en el que los jóvenes se integraron con sus homólogos turcos.
Catalina Ceballos, directora de Asuntos Culturales de la Cancillería, destacó el alcance de la experiencia: “Estos niños representan a la juventud colombiana de los territorios. Y si bien el fútbol es la razón por la que viajan, lo hacen también con el propósito de estrechar lazos de amistad y entendimiento con Turquía.”
Estas experiencias beneficiarán a cerca de 105 jóvenes y 12 profesores provenientes de 11 municipios de 7 departamentos: Tumaco y Ricaurte (Nariño); Manaure y Uribia (La Guajira); Mocoa y Puerto Asís (Putumayo); Aguachica y Codazzi (Cesar); San Andrés (Archipiélago); Saravena (Arauca) y Nuquí (Chocó), consolidando así una oportunidad invaluable de aprendizaje, intercambio y crecimiento para comunidades históricamente apartadas del escenario internacional.
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