Su valor estimado es de 400 millones de euros (unos 433 millones de dólares) y es una joya entre las antigüedades egipcias.
El busto de la reina Nefertiti, de 3.370 años de antigüedad, está en Berlín desde 1922, y ahora crece la presión para que regrese a casa.
Zahi Hawass, renombrado egiptólogo y exministro de Antigüedades de Egipto, comenzó a ejercer presión para que se repatriara a Nefertiti antes de las protestas que derrocaron a Hosni Mubarak, en 2011.
En septiembre pasado, Hawass lanzó una petición para urgir a Alemania a restituir el famoso busto de la reina Nefertiti, que actualmente se encuentra en el Nuevo Museo de Berlín.
“Este busto, notable e inigualable en la historia por su mérito histórico y estético, se encuentra ahora en Alemania, pero es hora de que regrese a Egipto”, se lee en la petición.
Un equipo arqueológico alemán descubrió el busto de piedra caliza pintado en 1912 y lo envió a Europa un año después.
Nefertiti se ha convertido en una importante atracción turística y en parte del panorama cultural esencial de la capital alemana durante su largo exilio.
¿Es Nefertiti un símbolo de la colonización?
El busto, cuya realización se cree que data de 1345 dC, también ha sido apodado el “embajador” de la cultura egipcia en la capital alemana.
Sin embargo, esa narrativa es criticada por la arqueóloga Monica Hanna: “Un embajador implica un intercambio diplomático”, responde Hanna a la pregunta de DW sobre si Egipto ha recibido un cambio algo importante, como “la corona de (el monarca prusiano) Federico el Grande o un cuadro de Alberto Durero”. “No creo que lo hayamos hecho”, dice Hanna.
La arqueóloga llamó públicamente a la “descolonización de la arqueología egipcia”. Argumenta que la iniciativa para repatriar a Nefertiti genera resistencia, porque “se convertiría en un precedente que pavimentaría el camino hacia la devolución de una cantidad de diferentes objetos tomados durante la época colonialista. ”.
La petición de Hawass también llama a que se restituyan la Piedra Rosetta y el Zodíaco de Dendera, antigüedades egipcias que conservan Reino Unido y Francia, respectivamente.
La Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano, que supervisa las colecciones de los museos de Berlín, ha reconocido la presencia de arte colonial robado en sus colecciones, como los Bronces de Benín, algunos de los cuales fueron devueltos a Nigeria desde Alemania en 2022.
El museo en Berlín dice que no hay motivo para la restitución
Pero dicha fundación piensa que el busto de Nefertiti fue obtenido de Egipto de manera legal, tras ser descubierto en los restos de la ciudad de Amarna, la efímera capital del faraón Akenatón, esposo de Nefertiti. Después de su muerte, la ciudad, que se encuentra en la orilla este del río Nilo, fue abandonada en 1335 aC.
“El busto de Nefertiti fue encontrado en el curso de una excavación autorizada por la Administración de Antigüedades de Egipto”, dijo Stefan Müchler, portavoz de la Fundación el Patrimonio Cultural Prusiano. “Llegó a Berlín sobre la base de una división del hallazgo, habitual en aquella época, que incluía muchos más objetos”.
“El busto fue sacado legalmente del país y no hay ningún derecho de restitución por parte del Gobierno egipcio”, explica Müchler a DW en una declaración escrita.
Stefan Müchler se refiere a un acuerdo con las autoridades egipcias, que detallaba una división de un 50 por ciento para cada país de unos 10.000 artefactos encontrados, un cambio de financiación proporcionada por el magnate alemán del algodón y los textiles James Simon.
Expertos de arte alemanes dicen que un representante del Gobierno de Egipto seleccionó la mitad de los objetos, mientras la otra mitad fue trasladada a Alemania, incluyendo el busto, que fue exhibido en el Nuevo Museo de Berlín años más tarde.
El busto fue ‘robado descaradamente’, según el arqueólogo Hawass
Sin embargo, algunos cuestionan esa forma de contar la historia. Hawass dice que el busto de Nefertiti “fue robado descaradamente de Egipto por los alemanes en 1913, cuando estaba siendo oculto, y fue sacado de contrabando del país, a pesar de las leyes que declaraban ilegal sacar hallazgos arqueológicos ‘excepcionales’ de Egipto”.
El arqueólogo insiste en que el egiptólogo alemán Ludwig Borchard, líder de la excavación inicial, sacó a Nefertiti del país con pretextos falsos.
Según el sitio web Patrimonio que regresa“en ese momento, el Estado egipcio mantenía un veto sobre los objetos que consideraba demasiado importantes para salir del país”. Pero es posible que Borchard pudiera “tergiversar la importancia” del busto, señala el autor del informe, Lewis McNaught.
La retirada de la escultura de Nefertiti tuvo lugar antes de que se descubriera la tumba de Tutankamón, en 1922. Este descubrimiento histórico llevó a Egipto a eliminar todos los derechos “concedidos a los excavadores extranjeros para llevarse a casa los principales descubrimientos”, escribe McNaught. en su informe.
El experto cree que es “altamente improbable” que Hawass tenga éxito en su campaña para repatriar a Nefertiti, a menos que él o las autoridades egipcias “presenten nuevas pruebas de que hubo un engaño deliberado”.
(cp/ms)
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