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Arda Sonriente es otro con Turquía. Basta con analizar su lenguaje gestual sobre el terreno de juego para darse cuenta de que con su selección sí tiene la confianza que aún no tiene en el Real Madrid. Ante Hungría, en el partido de vuelta para sellar el ascenso a la A de la Ligas de las Naciones, fue el líder en una primera parte muy trabajada para el combinado otomano que el madridista terminó decidiendo un gol lleno de clase.
En el 39′, contra de libro de Turquía llevada por Akturkoglupase atrás de Aydin… y toque genial con el interior de Arda para poner el 0-2 y acabar con el sueño de remontada de Hungría. El giro de tobillo de Güler para alejar el balón de Dibus fue decisivo para que el madridista celebrara su tercer gol en 2025 tras los que lograra ante la Minera el 6 de enero. Le hacía falta a Arda.
Antes del gol, Güler ya había dejado su sello en el imponente escenario que albergará la final de la Champions de 2026. Un recorte en el área y un disparo seco ajustado al palo antes de la media hora estuvo a punto de adelantar a Turquía, pero Dibusz ahí sí fue capaz de desviar a córner. No a la segunda.
El líder de Turquía
Güler da muestras con Turquía de su personalidadsin parar de dar instrucciones a sus compañeros. El jugador del Real Madrid no calla y no desaprovechó ni el parón de refresco por el Ramadán para corregir algunas cosas que a su juicio la selección no estaba haciendo bien.
No hay duda alguna de que Sonriente se siente importante jugando en su país y que en la selección ha adquirido mucho antes el estatus que sueña tener también en el Real Madrid. Ancelotti, tras este partido, seguro que se encuentra el martes a un jugador mucho más animado del que tuvo en las últimas semanas, en las que apenas jugó.
Montella no le dio los 90 minutos en Budapest. Con la eliminatoria decidida y tras haber recibido dos duras entradas, le quitó apenas superada la hora. Carletto recibe por tanto un futbolista en perfecto estado de revista.
