
Salvador Pérez lo ha hecho casi todo en el béisbol, campeón de Serie Mundial, múltiples veces convocado al Juego de Estrellas y ganador del Guante de Oro y Bate de Plata en una carrera de Grandes Ligas que le tiene encaminado hacia el Salón de la Fama de Cooperstown. Pero faltaba algo: cumplirle el sueño a su mamá de ser el héroe en un Caracas-Magallanes.
salvasuno de apenas cuatro venezolanos con 300 o más jonrones en la historia de la MLB -y el primero de ellos que juega en la LVBP ya consagrado con esa cifra- conectó, probablemente, el vuelacerca más emotivo de su vida, ante la mirada de Yilda Díaz, su madre, aficionada de los Leones que vio como el capitán de los Reales de Kansas City marcó la diferencia para el triunfo de los capitalinos 9-7, ante los Navegantes del Magallanes.
“Esto fue como estar en un Juego 7 de la Serie Mundial”, dijo Salvador Pérez en la rueda de prensa post juego en el Estadio Monumental. “He estado en ese tipo de ambientes, y lo de esta noche, fue muy parecido. Haber conectado el jonrón, además, con mi mamá viéndome, fue cumplir un sueño también”.
El oriundo de Valencia coronó un racimo de cinco carreras en el séptimo inning con el cuadrangular, que encontró dos corredores en circulación, ante Enderson Franco, para ampliar la ventaja en la pizarra 9-5, hasta ese momento.
“Jugar un Caracas-Magallanes superó todas mis expectativas. Lo que me imaginé, se quedó corto con lo que viví acá”, abundó Salvador Pérez. “La adrenalina es increíble. El público. Pero lo más importante de todo fue que pudimos ganar”.
El turno de Salvador Pérez
El carabobeño, quien se estrenó con el uniforme de los Leones en la derrota del jueves contra Caribes, se aproximó al plato contra Franco luego de haber fallado en sus primeros siete turnos de la campaña, con tres ponches incluidos.
Salvador Pérez, con dos outs y corredores en segunda y primera base, quedó rápidamente abajo en la cuenta en cero bolas y dos strikes contra el relevista derecho. Pero luego de un foul, el slugger se ajustó para desaparecer la bola por el jardín izquierdo.
“Fue un cambio de velocidad que se quedó colgado”, apuntó Pérez en la entrevista post encuentro con Efraín Zavarce, para IVC Networks. “Sólo traté de agarrar un buen pitcheo para aumentar la ventaja, porque el equipo necesitaba mucho esta victoria”.
El lauro fue festejado con júbilo por la afición melenuda que se dio cita en el parque de La Rinconada, pero especialmente, por la señora Yilda, quien estaba detrás del home.
“Hablé con ella después del juego y lo primero que me dijo fue que amaba mucho”, reveló Salvador Pérez. “Algo que no es sorpresa, pero que me alegra demasiado. Ella estaba muy feliz. Y yo también”.
Uno de los coprotagonistas de la noche, junto a Salvador Pérez, fue el apagafuegos Ricardo Rodríguez, quien se apuntó un juego salvado de cinco outs, todos ellos conseguidos por la vía del ponche.
Rodríguez, el brazo más fiable del maltrecho bullpen de los Leones, se anotó su segundo rescate de la zafra, exigiéndose con 41 lanzamientos, la mayor cantidad de su carrera en una presentación en el circuito. Aunque permitió tres hits y una carrera limpia, todo en el noveno capítulo.
“Hoy Ricardo fue el verdadero héroe del equipo”, valoró el mánager José Alguacil. “Ha sido una batalla muy dura toda la temporada con el bullpen. Han existido muchos problemas que se quedan en lo interno, pero sí puedo decir que estamos muy unidos y el compromiso que existe es inmenso”.
Rodríguez permitió sencillos de Andretty Cordero, el debutante Jhostynxon García y Tucupita Marcano que recortaron la distancia a sólo dos carreras, con Renato Núñez, quien ya tenía un bambinazo en el careo, representando la rayita de darle la vuelta al marcador.
Pero el bombero apagó las llamas haciendo abanicar al vigente Jugador Más Valioso del circuito, para dar fin a otro dramático episodio de los Eternos Rivales.
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