qué cambia y qué se debate

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El Banco Central de la República Argentina se prepara para reactivar el débito automático para el cobro de préstamos tras cinco años de freno regulatorio. La medida, adelantada por uno de sus directores en un foro del sector, apunta a mejorar la cobrabilidad de cuotas en un contexto de tensión financiera y atraso en pagos.

La prohibición llegó en 2020, con la Comunicación A 6909en plena pandemiay dejó a las fintech sin su principal herramienta de cobro. Hoy, con la morosidad en alza y hogares más apretados por el endeudamientoel organismo estudia revertir aquella decisión y reordenar un mecanismo clave para el crédito digital.

Calendario y alcance de la medida

Durante el Argentina Fintech Forum, el director del BCRA Pedro Inchauspe adelantó que la habilitación podría publicarse en un plazo corto, en torno a uno misi no surgen contratiempos técnicos. El objetivo es que las cuotas puedan debitarse de forma programada desde la cuenta bancaria (CBU) del cliente, previa autorización, reduciendo el riesgo de impago.

El ecosistema empuja además por una versión actualizada que contemple el cobro desde billeteras virtuales (CVU) y que minimice la fricción en la experiencia del usuario. Según referentes del sector, integrar el débito directo al entramado de pagos digitales permitiría una adopción más amplia y eficiente.

Por qué vuelve al centro del debate

El deterioro de los indicadores pone urgencia. De acuerdo con informes del propio Banco Central, en Agosto la proporción de préstamos con problemas de pago alcanzó el 6,6%el valor más alto en 17 años. Es una señal de tensión para el crédito, especialmente fuera del sistema bancario tradicional.

Otro reporte de inclusión financiera muestra que en junio de 2025 solo el 86,5% de las personas deudoras cumplió en tiempo y forma, con caídas de 2,5 y 3 puntos porcentuales frente a diciembre de 2024 en cantidad de pagadores y volumen. El empeoramiento fue mayor entre quienes deben a proveedores no financieros que entre los clientes del banco.

Voces a favor del sector fintech

Para distintas compañías tecnológicas, la imposibilidad de usar débito directo creó asimetrías competitivas frente a la banca, que mantuvo herramientas de cobro automático. Ejecutivos del sector estiman que recuperar este mecanismo podría bajar la mora entre 2 y 4 puntos y recortar costos operativos.

Empresarios como Matías Friedberg subrayan que el rediseño debe contemplar la realidad actual: hoy la mayoría de las transferencias involucra CVU y los usuarios demandan procesos con menos pasos de autorización. Además, recuerdan que la salida del DEBIN como herramienta cotidiana encareció y dificultó la cobranza.

Alertas de usuarios y banca tradicional

Organizaciones como Inquilinos Agrupados y Movida Ciudad mostraron reparos: consideran que recuperar el débito automático puede ahogar economías domésticas ya frágiles. Voceras como Luces Cavallero hablan de un sobreendeudamiento masivo que afecta con fuerza a los sectores populares y a mujeres cuidadoras.

Desde la banca tradicional, hay apoyo condicionado a controles estrictos. Recuerdan episodios de prácticas abusivas de entidades no reguladas en el pasado y piden supervisión sobre tasas, transparencia y protección al usuario para evitar cargos indebidos y conflictos posteriores.

Cómo funcionaría el cobro automático

En la práctica, el cliente otorga una autorización inicial para que la entidad cobre la cuota en fecha acordada, de forma periódica, desde su cuenta. El esquema beneficia la previsibilidad de ambas partes: simplifica pagos y permite planificar recuperos, aunque puede sumar rigidez si no hay opciones de reprogramación.

  • Para usuarios: más comodidad y menos olvidos, pero importancia de revisar saldos y tener canales de reversa/reclamo.
  • Un par de fintechs: mejor cobrabilidadmenor coste de gestión y base para ofrecer condiciones de crédito potencialmente más competitivas.

Conviene distinguir entre débito directo y DEBIN (débito inmediato). El primero programa cargos periódicos autorizados; el segundo ejecutaba cobros puntuales con consentimiento del cliente, una herramienta que perdió protagonismo y cuya ausencia elevó la fricción de cobro para el segmento no bancario.

El espejo europeo y la referencia para España

En la zona euro, la domiciliación SEPA es un mecanismo extendido para cobros recurrentes y cuenta con salvaguardas como el derecho de devolución en plazos establecidos y mandatos claros. En España, la domiciliación de recibos de préstamos y servicios es habitual, con obligaciones de transparencia y notificación previa. Aunque el contexto regulatorio argentino es distinto, el debate gira en torno al mismo equilibrio: facilitar el cobro automático sin relajar la protección al consumidor.

Con el posible retorno del débito directo, Argentina busca aliviar la presión de la morosidad y dar aire a las fintech, mientras crecen las exigencias de vigilancia para que no se repitan excesos del pasado. Lo que se decida en las próximas semanas marcará cómo se reparte el peso entre inclusión financieracompetencia y resguardo de quienes piden crédito.

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