
La Unión Europea acelera la concesión de autorizaciones bajo el marco de mercados de criptoactivos, y varias empresas dan un paso adelante con la licencia MiCA como llave para operar de forma armonizada en los 30 países del Espacio Económico Europeo.
En los últimos días, AMINA I y Zerohash han anunciado avances regulatorios relevantes en Austria y Países Bajos, respectivamente, mientras el sector debate ajustes técnicos para evitar duplicidades con la normativa de pagos. El foco está en el equilibrio entre protección del inversorinnovación y claridad jurídica a escala comunitaria.
Qué es la licencia MiCA y qué autoriza
MiCA establece un régimen único para los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP) y para emisores de determinados tokens, incluidos los de dinero electrónico. Contar con la licencia MiCA permite el “pasaporte” europeo, es decir, prestar servicios como custodia, negociación o gestión en todo el EEE con una sola autorización nacional.
El marco exige requisitos de gobierno corporativosalvaguarda de activos, información al cliente y controles de riesgos. Para las instituciones financieras y fintechs, esto facilita integrar soluciones cripto bajo reglas homogéneas, reduciendo la fricción de múltiples normativas locales.
Austria como puerta de entrada: el caso AMINA EU
AMINA ha recibido luz verde de la Autoridad del Mercado Financiero de Austria (FMA) para operar bajo MiCA a través de su entidad AMINA [Austria] AG. La autorización abre la puerta a servicios de trading, custodia, gestión de carteras y staking dirigidos a inversores profesionales, como family offices, empresas e instituciones financieras.
El banco suizo, antes conocido como SEBA Bank, ya contaba con licencia bancaria de FINMA y permisos cripto en Hong Kong y Abu Dabi. Desde su dirección subrayan su enfoque en banca regulada para activos digitales y tokenización, destacando el alto estándar supervisor de la FMA. Austria consolida su papel como hub, con firmas como Bitpanda y Bybit bajo su paraguas, mientras su regulador se ha alineado con autoridades de Francia e Italia pidiendo mayor rigor en la implementación de MiCA.

Países Bajos registra a Zerohash como CASP
Zerohash Europe ha obtenido licencia de la AFM neerlandesa, quedando registrada como proveedor de servicios de criptoactivos (CASP). Con ello, la compañía puede ofrecer infraestructura cripto y de stablecoins a bancos, fintechs y plataformas de pago en todo el EEE, posicionándose como columna vertebral para casos de uso tokenizados y servicios de custodia y transferencia.
Para las entidades que quieren integrar pagos y tesorería con stablecoins, trabajar con proveedores con licencia MiCA simplifica el cumplimiento y acelera la puesta en producción. Aun así, no faltan retos: los costes de compliance y las exigencias operativas pueden pesar más en las pymes que en los grandes actores del sector.
Solapamiento con PSD2: advertencias y soluciones
La discusión regulatoria se centra en la superposición entre MiCA y PSD2. Según Patrick Hansen (Circle), las guías actuales de la Autoridad Bancaria Europea podrían llevar a que, desde marzo de 2026, los proveedores de tokens de dinero electrónico necesiten doble autorización: la de CASP bajo MiCA y la de servicios de pago para actividades de custodia y transferencia idénticas.
El riesgo es que algunos operadores reduzcan su oferta o se retiren de ciertos servicios, frenando la adopción de monedas estables en euros. Entre las soluciones propuestas figuran extender el periodo transitorio al menos hasta 2027 y ajustar la normativa de PSD3 para excluir duplicidades o referenciar de forma explícita el ámbito de MiCA, reforzando la simplicidad y la uniformidad del marco.
Qué señales vigilar en el mercado europeo
Mientras se afinan los detalles, más empresas están obteniendo permisos y registros MiCA, como el caso de Tecnología de puerta en Malta. La tendencia apunta a una mayor profesionalización del ecosistema y a un aumento de la interoperabilidad entre infraestructuras y servicios regulados en la UE.
Para España y el resto de Europa, el pasaporte MiCA facilita colaborar con CASP autorizados desde cualquier Estado miembro, sin replicar procesos país por país. Con el foco en protección del consumidor y transparencia, la industria avanza hacia estándares más claros que, si se coordinan bien con la normativa de pagos, podrían despejar barreras a la innovación.
El panorama europeo de criptoactivos entra en una fase de madurez: crecen las licencias MiCA (AMINA, Zerohash) y también el escrutinio regulatorio para evitar solapamientos. La clave estará en combinar seguridad jurídica y competitividad, permitiendo que los actores mejor capitalizados y las pymes encuentren un encaje viable en el nuevo tablero.
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