Cómo cripto llena el vacío del dólar en países en crisis

Cómo cripto llena el vacío del dólar en países en crisis


La inestabilidad económica y las restricciones monetarias han llevado a una adopción creciente de las criptomonedas en diversas naciones, especialmente aquellas que atraviesan crisis significativas. En este contexto, el dólar estadounidense ha funcionado tradicionalmente como un refugio de valor y una moneda de intercambio preferida para muchos.

Sin embargo, su accesibilidad se ve a menudo comprometida por estrictos controles cambiarios y una oferta limitada, creando un vacío que las criptomonedas, en particular Bitcoin y las stablecoins, han comenzado a llenar. Este fenómeno es más evidente en economías como las de Venezuela, Argentina y Bolivia, donde la población busca soluciones pragmáticas para proteger sus ahorros y facilitar transacciones en un entorno inflacionario y volátil.

La narrativa predominante que posiciona a Bitcoin como un adversario del dólar o un sustituto directo en estas circunstancias a menudo simplifica en exceso una realidad mucho más compleja. Si bien los defensores de las criptomonedas a menudo idealizan su papel, presentando a Bitcoin como una panacea económica, un análisis más profundo revela que su uso en estos países está impulsado en gran medida por la necesidad y la funcionalidad. En lugar de ser un competidor, la criptomoneda actúa con frecuencia como un aliado o un puente hacia el dólar, especialmente a través de los mercados de persona a persona (P2P).

En países con severas restricciones de capital y mercados cambiarios limitados, las personas se ven obligadas a buscar alternativas para acceder a divisas fuertes. Aquí es donde las criptomonedas demuestran su utilidad. Plataformas P2P permiten a los usuarios comprar y vender Bitcoin o stablecoins utilizando moneda local. Una vez que poseen criptomonedas, pueden convertirlas nuevamente a dólares en mercados donde la oferta es más accesible o incluso utilizarlas directamente para adquirir bienes y servicios que solo pueden obtenerse con divisa extranjera. Este proceso subraya que, para muchos, el objetivo final no es la adopción de cripto por su valor intrínseco o ideológico, sino como un medio eficiente para obtener dólares cuando los canales tradicionales están cerrados o son ineficientes.

La resiliencia de las criptomonedas en estos entornos reside en su naturaleza descentralizada y su capacidad para operar fuera de los sistemas bancarios tradicionales, que a menudo están sujetos a la intervención gubernamental y la inestabilidad. Esto proporciona una vía para sortear las barreras impuestas por los gobiernos, permitiendo a los ciudadanos preservar su poder adquisitivo frente a la hiperinflación. Para un comerciante en Venezuela, por ejemplo, aceptar pagos en stablecoins ligadas al dólar le permite mitigar el riesgo de la devaluación constante de la moneda local, ofreciendo una forma de mantener el valor de sus ingresos. Del mismo modo, para un ciudadano promedio, la conversión de sus ahorros en moneda local a criptomonedas y luego a dólares representa una estrategia de supervivencia económica.

Es fundamental distinguir entre la adopción ideológica de Bitcoin como una divisa soberana o un sistema financiero alternativo, y su uso pragmático como una herramienta para acceder a otras monedas fuertes. En el caso de naciones con economías debilitadas y estrictas regulaciones cambiarias, la población no está necesariamente buscando reemplazar el dólar, sino encontrar la forma más eficiente de adquirirlo o replicar su función. Las stablecoins, por ejemplo, cuyo valor está directamente anclado al dólar estadounidense, son particularmente atractivas porque ofrecen la estabilidad de la divisa de referencia sin las complejidades o restricciones asociadas con la adquisición física de billetes. Esto las convierte en un instrumento ideal para quienes buscan proteger sus activos de la depreciación.

El mercado P2P juega un papel crucial en esta dinámica. Permite a los individuos interactuar directamente entre sí, facilitando el intercambio de moneda local por cripto y viceversa, a menudo con una prima, pero sin la intermediación de bancos o casas de cambio que podrían imponer límites o prohibiciones. Esta flexibilidad y accesibilidad han convertido a las criptomonedas en una parte integral de la economía informal y, en algunos casos, formal, de estos países. Se ha transformado en una solución de facto para aquellos que buscan sortear los desafíos del control de capital y la escasez de divisas.

En última instancia, la historia de cómo las criptomonedas llenan el vacío del dólar en países en crisis es menos una narrativa de reemplazo y más una de complemento estratégico. Los usuarios, impulsados por la necesidad, adoptan estas tecnologías no por una lealtad intrínseca a la ideología cripto, sino por su capacidad para resolver problemas inmediatos y tangibles. Para estas personas, las criptomonedas son simplemente herramientas eficientes que les permiten navegar un entorno económico desafiante, a menudo con el objetivo final de obtener acceso a la estabilidad que el dólar, a pesar de sus limitaciones, aún representa.

Ahora bien, a pesar de que el uso pragmático de las criptomonedas en países en crisis parece estar intrínsecamente ligado a la búsqueda del dólar estadounidense como un refugio de valor, la persistencia y la intensificación de las crisis económicas y la inaccesibilidad del dólar podrían, paradójicamente, estar impulsando una lenta pero creciente desdolarización En realidad en la mentalidad de los ciudadanos.

Si bien el dólar es el objetivo inicial para muchos, la dificultad recurrente para acceder a él, combinada con la facilidad y eficiencia que ofrecen las criptomonedas para transacciones y ahorros, podría estar forzando a la población a acostumbrarse a una nueva forma de valor y a un nuevo medio de intercambio.

La exposición prolongada a ecosistemas cripto, incluso si inicialmente son solo un puente hacia el dólar, podría eventualmente llevar a una mayor confianza y uso directo de estas monedas digitales, no solo como una herramienta para obtener dólares, sino como una alternativa viable por derecho propio, alterando fundamentalmente la percepción de lo que constituye una moneda estable y útil en el largo plazo. La crisis, en lugar de reafirmar la primacía del dólar, podría estar inadvertidamente sembrando las semillas para un futuro donde las criptomonedas asuman un rol más independiente en la economía diaria de estas naciones.

En síntesis, en muchos casos, las criptomonedas no reemplazan al dólar en crisis, sino que sirven como puente pragmático para acceder a él o proteger valor. La necesidad impulsa su adopción, ofreciendo una vía descentralizada frente a la inestabilidad y restricciones. Sin embargo, esta exposición constante podría forjar una nueva mentalidad monetaria, consolidando cripto como una alternativa independiente a largo plazo.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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