Fue uno de los robos de arte más espectaculares de Alemania: hace casi cinco años, unos ladrones robaron joyas de valor incalculable del Museo de la Bóveda Verde del Palacio de Dresde. Tras el juicio en contra de la familia de un clan berlinés, cinco miembros de la banda de ladrones han sido condenados, mientras que un presunto delincuente aún está siendo procesado.
La mayoría de las joyas han vuelto a la Bóveda Verde. A partir del 14 de agosto de 2024, los objetos preciosos podrán contemplarse de nuevo. El museo incluso amplía su horario de apertura, ya que espera una gran afluencia de visitantes.
Las joyas no se han restaurado y se mostrarán al público tal y como las devolvieron los ladrones en diciembre de 2022.
Pruebas en un juicio en curso
El ministro presidente de Sajonia, Michael Kretschmer, se mostró “encantado y muy agradecido” en la presentación ante la prensa, este martes (13.08.2024).
Los daños en las joyas no son visibles a primera vista. A la luz de la vitrina, brillan como si nadie nunca las hubiera tenido tocado.
“Por el momento, suponemos que todas las piezas pueden restaurarse”, dice la directora de las Colecciones Estatales de Arte de Dresde, Marion Ackermann. Sin embargo, esto solo será posible cuando concluya definitivamente la investigación, ya que no se han aclarado todas las circunstancias del robo y las joyas se consideran pruebas en un caso en curso.
Robo espectacular
El 25 de noviembre de 2019, los ladrones cortaron las luces del alumbrado público frente al Palacio de Dresde, arrancaron la reja de una ventana de la Bóveda Verde y forzaron la ventana con una herramienta hidráulica.
Dos delincuentes entraron en el edificio y, sin inmutarse por las alarmas, destrozaron por la fuerza las vitrinas que contenían las joyas.
Los ladrones reconocieron todo lo que pudieron y desaparecieron poco antes de que llegara la Policía. Lograron hacerse con 21 piezas únicas de joyería histórica, con un total de 4.300 diamantes y brillantes valorados en más de 113 millones de euros.
El “Rey Sol de Sajonia”
Su botín pertenecía al tesoro de Augusto el Fuerte, Príncipe Elector de Sajonia y Rey de Polonia, apodado el “Rey Sol de Sajonia”. Reinó de 1694 a 1733 y pasó a la historia como un amante del lujo, el esplendor y las mujeres. La ciudad de Dresde le debe su esplendor barroco a orillas del Elba.
El soberano mandó fabricar para sí mismo las joyas más valiosas. Entre ellas, una espada engastada con diamantes, una medalla para el pecho y una charretera -placa que se sujeta al hombro de un uniforme- con uno de los diamantes más grandes de Alemania, el llamado “blanco de Sajonia”, de casi 50 quilates. .
El golpe del siglo
El robo fue declarado rápidamente el golpe del siglo, puesto que Alemania había perdido uno de sus tesoros culturales más valiosos.
Los expertos creen que el robo se llevó a cabo por encargo de un rico coleccionista de arte y que muchas de las piezas iban a ser desmontadas y las piedras cortadas, ya que estos tesoros no pueden venderse en el mercado abierto.
La investigación llevó a la Policía a Berlín, donde algunos miembros de un clan familiar estaban a punto de ser condenados por otro espectacular robo de arte: presuntamente habían robado una moneda de oro de 100 kilogramos del Bodemuseum de Berlín en marzo de 2017.
Algunas piezas siguen desaparecidas
Tras un acuerdo entre los abogados defensores y la fiscalía, en diciembre de 2022 se recuperaron algunas de las joyas. Un conservador del museo informó que algunos de los objetos históricos estaban gravemente dañados: algunas piezas tenían esquinas rotas, había deformaciones y daños causados por la humedad, que podría proceder de un almacenamiento inadecuado o incluso de un intento de limpieza.
Hasta la fecha, aún no hay rastro de tres objetos especialmente valiosos con grandes piedras, entre ellos la charretera con el “blanco sajón”.
(voltaje/ms)
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