El término “punto de inflexión” parece estar de moda. Utilizado por el canciller de Alemania, Olaf Scholz, para responder a las nuevas exigencias de política exterior y de defensa que surgieron tras el ataque ruso a Ucrania, se aplica actualmente también en ámbitos completamente diferentes, especialmente en política económica, Volkswagen es un ejemplo destacado de los desafíos actuales.
De hecho, toda la industria automotriz está particularmente en el foco, ya que sufre por la progresiva pérdida de importancia de los motores de combustión en los grandes mercados (Estados Unidos, China y Europa), y debido a la producción de automóviles eléctricos. Estos se vuelven cada vez más importantes, como muestra un estudio actual de la consultora Pricewaterhouse and Coopers (PwC).
PwC espera que el número de matriculaciones de vehículos eléctricos de batería (BEV) aumente significativamente en los próximos años. La consultora también muestra qué modelos tienen éxito actualmente y cuáles no. Y sorprende, desde el punto de vista alemán, que sea con diferencia un auto de Tesla, el Model Y, el coche más vendido en los tres mercados principales.
Graves pérdidas de beneficios
Para Frank Schwope, de la Universidad de la Mediana Empresa de Hannover y experto en el sector del automóvil, “las perturbaciones provocadas por la electromovilidad y los nuevos competidores chinos” influyen en la bajada de ventas y beneficios de las automotrices alemanas.
Según VW, esa disrupción ha provocado actualmente graves pérdidas de beneficios: en el tercer trimestre de 2024, fueron casi un 64 por ciento más bajos que en el mismo período del año anterior.
Como respuesta, el grupo VW quiere, según el diario Handelsblattahorrar, sobre todo, en costos salariales. El comité general de empresa asegura que VW planea cerrar tres plantas y eliminar decenas de millas de puestos de trabajo.
Un llamado de atención a la política
En Volkswagen, fundada como empresa estatal en 1938, la política influye y aún tiene mucho que decir, aunque, a nivel nacional, todavía no se han propuesto soluciones para cambiar las condiciones económicas de VW, observa la directora de la sede berlinesa del grupo de expertos del Fondo Marshall Alemán, Sudha David-Wilp.
En entrevista con DW, David-Wilp explica que las dificultades económicas de Alemania se deben al hecho de que varios gobiernos han evitado emprender reformas dolorosas pero necesarias.
“Los años de la era Merkel”, precisa David-Wilp, “fueron bastante cómodos para Alemania, y el país era lo suficientemente rico como para atravesar la pandemia de COVID-19. Pero, en vista de los éxitos de los populistas, los partidos establecidos quieren que los alemanes se sientan económicamente seguros para evitar que caigan en partidos que crean miedos”.
Otro motivo es el rumbo poco definido del Gobierno alemán de coalición en el fomento a los autos eléctricos. Además de las “decisiones equivocadas de la dirección de VW”, Frank Schwope también culpa a la “indecisión de la política” de la difícil situación de Volkswagen.
VW, “una de las primeras víctimas”
A todo esto, la crisis de Volkswagen solo es un síntoma de una enfermedad mayor. También el expresidente del Instituto económico Ifo Hans-Werner Sinn lo ve así: “Volkswagen es solo una de las primeras víctimas”.
Víctima de la movilidad eléctrica, de la prohibición de motores a combustión por parte de la Unión Europea, y de los altos costos de la energía en Alemania. Hay que contrarrestar esto, advierte, porque “la desindustrialización no es un tema del futuro, sino un tema del aquí y ahora”.
Franziska Palmas, economista de Capital Economics en Londres, coincide con él: “Las perspectivas de VW son ciertamente sintomáticas de una crisis más amplia en la industria alemana y no de un caso aislado”, dijo a DW.
“Volkswagen representa el éxito de la economía alemana en los últimos 90 años”, afirma a DW Carsten Brzeski, director global de Investigación Macro y economista jefe de Zona Euro de ING Alemania. Pero ahora VW también representa la crisis: “Los problemas de VW deben ser la última llamada de atención para los políticos alemanes, para que el país vuelva a ser más atractivo a través de inversiones y reformas”, concluye el experto.(cp/ms)
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