Las bolsas podrían seguir subiendo y, según Goldman Sachs (NYSE:), uno de los principales factores es el efecto FOMO, el «miedo a perderse algo». Muchos inversores se fijaron especialmente en las semanas que rodearon a las elecciones estadounidenses, temiendo que la incertidumbre política pudiera durar los mercados. Pero el experto de Goldman Scott Rubner ve las cosas de otro modo: en lugar de mantener la cautela, muchos inversores podrían estar ahora impulsados por el miedo a perderse oportunidades de nuevas subidas de precios. Este efecto FOMO está impulsando los mercados porque los inversores buscan ahora capitalizar los beneficios potenciales en lugar de cubrir sus apuestas.
Rubner explica que las elecciones en sí podrían ser una especie de «evento de limpieza para los activos de riesgo», aclarando las incertidumbres existentes en el mercado y despejando el camino para nuevas evaluaciones de riesgo. Por tanto, los inversores preocupados por perderse las ganancias de los precios pueden apostar por una subida aún mayor de las cotizaciones tras las elecciones. Esto está alimentando una especie de reacción en cadena, en la que cada subida potencial de los precios atrae a más inversores deseosos de aumentar sus posiciones.
Goldman Sachs subraya también que noviembre es habitualmente un mes especialmente activo para las recompras de acciones, lo que en el pasado ha provocado a menudo una influencia adicional de capital a los mercados. En esta ocasión, podrían entrar en el mercado más de 100.000 millones de dólares en forma de recompras y mayores entradas de capital procedentes de fondos de inversión y de pensiones. Por tanto, el miedo a perder el tren podría seguir impulsando el mercado, un efecto que hace subir los precios incluso en condiciones de incertidumbre.
El miedo a perder el tren impulsa los mercados
El índice se disparó un 3,69 % el miércoles tras las elecciones estadounidenses.
Las acciones de Goldman Sachs llegaron a subir más de un 17% en un solo día.
Hemos marcado el rumbo correcto. El 5 de noviembre, exactamente un día antes de las elecciones estadounidenses, compramos acciones de Coinbase (NASDAQ:) e informamos de ello a nuestros clientes (señal de trading).
Inmediatamente después, la cotización se disparó como un cohete. En su punto álgido, llegó a registrar una revalorización superior al 33 %. Suponemos que la acción ha entrado plenamente en modo alcista. Aunque todavía existe un riesgo residual de una venta final a 134 $, las posibilidades de nuevas subidas de precios son claramente mayores en nuestra opinión.
En el siguiente paso, esperamos que se alcance la zona roja entre 276,91 y 300,64 dólares, o incluso bastante más. Esto debería ir seguido de una corrección menor, que tenemos la intención de utilizar para compras adicionales. A largo plazo, Coinbase probablemente podrá superar los 300 $ y dirigirse hacia nuevos máximos históricos.
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