Un ataque masivo con aviones no tripulados ucranianos contra Crimea el viernes temprano provocó cortes de energía en la ciudad de Sebastopol e incendió una refinería en el sur de Rusia, dijeron las autoridades rusas.
Los ataques con aviones no tripulados marcaron el intento de Kiev de contraatacar durante la ofensiva de Moscú en el noreste de Ucrania, lo que ha aumentado la presión sobre las fuerzas ucranianas, superadas en número y armamento, que esperan retrasos en las entregas de armas y municiones cruciales de sus socios occidentales.
Ucrania no ha comentado sobre el ataque ni se ha atribuido la responsabilidad del mismo.
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El Ministerio de Defensa ruso dijo que las defensas aéreas derribaron 51 drones ucranianos sobre Crimea, otros 44 sobre la región de Krasnodar y seis sobre la región de Belgorod. Dijo que aviones de combate y lanchas patrulleras rusas también destruyeron seis drones marinos en el Mar Negro.
Mikhail Razvozhayev, gobernador de Sebastopol, que es la base principal de la Flota rusa del Mar Negro, dijo que el ataque con drones dañó la planta de energía de la ciudad. Dijo que podría llevar un día restablecer completamente el suministro de energía y advirtió a los residentes que se cortaría el suministro eléctrico en algunas partes de la ciudad.
“Los servicios comunales están haciendo todo lo posible para restaurar el sistema eléctrico lo más rápido posible”, afirmó en un comunicado.
Razvozhayev también anunció que las escuelas de la ciudad cerrarían temporalmente.
Los ataques ucranianos anteriores dañaron aviones y una instalación de almacenamiento de combustible en la base aérea de Belbek, cerca de Sebastopol, según imágenes de satélite publicadas por Maxar Technologies.
En la región de Krasnodar, las autoridades dijeron que un ataque con drones el viernes temprano provocó un incendio en una refinería de petróleo en Tuapse que luego fue contenido. No hubo víctimas.
Ucrania ha atacado repetidamente refinerías y otras instalaciones energéticas en el interior de Rusia, causando daños importantes.
Los drones ucranianos también atacaron Novorossiysk, un importante puerto del Mar Negro. El gobernador de la región de Krasnodar, Veniamin Kondratyev, dijo que fragmentos de drones derribados provocaron varios incendios pero no hubo víctimas.
El gobernador de Belgorov, Vyacheslav Gladkov, dijo que un dron ucraniano chocó contra un vehículo y mató a una mujer y a su hijo de cuatro años. Otro ataque incendió un tanque de combustible en una gasolinera de la región, dijo.
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Mientras tanto, las tropas ucranianas luchaban para detener los avances rusos en la región nororiental de Kharkiv que comenzaron a fines de la semana pasada.
La ciudad de Vovchansk, ubicada a sólo 3 millas de la frontera rusa, ha sido un punto álgido de los combates en los últimos días. Las autoridades ucranianas han evacuado a unos 8.000 civiles de la ciudad. La táctica habitual del ejército ruso es reducir ciudades y pueblos a ruinas mediante ataques aéreos antes de que sus unidades entren en ellas.
Rusia también ha estado probando defensas en otros puntos a lo largo de la línea del frente de aproximadamente 620 millas que serpentea de norte a sur a través del este de Ucrania. Esa línea apenas ha cambiado en los últimos 18 meses en lo que se convirtió en una guerra de desgaste. Los recientes ataques rusos se han producido en la región oriental de Donetsk, así como en las regiones de Chernihiv y Sumy en el norte y en la región meridional de Zaporizhzhia. El objetivo aparente es aprovechar los agotados recursos ucranianos y explotar las debilidades.
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