El diario suizo Neue Zürcher Zeitung publica un artículo con el título “Suenan las alarmas en Estados Unidos”, sobre la inauguración del mega puerto de Chancay en Perú, propiedad de China en un 60 por ciento:
“Como proveedora de materias primas, América del Sur tiene una gran importancia económica para el desarrollo de China. De allí procede el 45 por ciento de los productos agrícolas comercializados en el mercado mundial. Las exportaciones de carne y soja son particularmente importantes para la nutrición de la población china América del Sur también suministra dos minerales fundamentales para la transición energética: el litio y el cobre Dos tercios de las reservas conocidas de litio y el cuarenta por ciento de las reservas de cobre se encuentran en la región. Perú son los dos mayores productores de cobre del mundo (…)
Chancay también tiene acceso directo a la carretera transoceánica que conecta la costa del Pacífico en el sur de Perú con Brasil. Esto significa que las materias primas de la región amazónica -en particular la soja y la carne vacuna- podrían algún día exportarse directamente a los mercados asiáticos, en lugar de tener que transportarse a través del Atlántico y del Canal de Panamá, como ocurre actualmente. (…)
Especialistas en transporte esperan que la ubicación del puerto y su moderno equipamiento permitan reducir los costos de transporte hasta en un 30 por ciento. Chile también teme que Chancay pueda eclipsar a sus propios puertos en el futuro. (…)
Particularmente problemático para la soberanía peruana es el hecho de que la autoridad portuaria nacional otorgó a Cosco, en 2021, la exclusividad para operar Chancay. (…) Cuando esta cláusula se hizo pública, hubo una protesta a nivel nacional en el Perú.
En marzo de este año, el Gobierno pidió al poder judicial que anulara esta disposición. (…) Pero en junio, la presidenta Dina Boluarte dio marcha atrás bajo presión de China y abandonó la solicitud de anulación de la cláusula. Al mismo tiempo, el Congreso peruano ajustó la ley portuaria, de modo que ahora se permiten derechos exclusivos para Cosco.
Desde la perspectiva de Estados Unidos, esto no es sólo una cuestión de política comercial. La general Laura Richardson, quien hasta la semana pasada se dirigió al Comando Sur de Estados Unidos, responsable de la región, ha llamado repetidamente la atención sobre los riesgos de seguridad de la creciente presencia de China en la región.
Richardson y otros departamentos del Gobierno estadounidense señalan que el puerto de Chancay puede ser utilizado tanto para fines civiles como militares. Por su tamaño, profundidad y ubicación estratégica, es adecuado para albergar buques de guerra chinos. Dada la posible futura presencia naval de Pekín en Chancay, los derechos exclusivos de la empresa estatal china Cosco para operar el puerto son particularmente problemáticos para Estados Unidos.”
Chancay, “la nueva Singapur de Latinoamérica”
El periódico alemán Die Tageszeitung (taz) señala que el mega puerto chino-peruano fortalece la nueva Ruta de la Seda de China, bajo la mirada crítica de Estados Unidos, y sin miramientos hacia los intereses de la población:
“El puerto de aguas profundas, que recibirá un total de quince grúas para contenedores hasta 2032, es un megaproyecto no sólo para Perú, sino también para China. Se considera una parte importante de la nueva Ruta de la Seda. (…)
La primera fase de construcción ya ha costado 1.300 millones de dólares y en las cinco fases siguientes se invertirán otros 2.300 millones de dólares hasta 2032. (…) Raúl Pérez Reyes, ministro de Transporte peruano, destacó: ‘Nuestro objetivo es convertirnos en el Singapur de América Latina’. Se planea que Chancay debería encargarse de todo el comercio con Asia en el futuro. No se trata sólo de enviar mercancías peruanas, sino también productos de países vecinos como Brasil, Bolivia, Paraguay o Venezuela y Argentina. (…)
La empresa estatal china Cosco Shipping posee un 60 por ciento del mega puerto y tiene poder de decisión en todos los aspectos. Eso no es visto con buenos ojos por Estados Unidos. A los oficiales militares estadounidenses les molestan que Chancay sea un ‘puerto de doble uso que también puede usarse militarmente’.
Estados Unidos lleva aproximadamente dos décadas perdiendo influencia económica, política y militar en América Central y del Sur. Chancay es un símbolo de esto. Pero también lo es del fracaso de las instituciones peruanas, porque no es la Autoridad Portuaria Nacional (APN) la que decide quién puede salir, trabajar y comercializar mercancías en las terminales, sino sólo Cosco. Como resultado, la empresa estatal china controla las costosas rutas marítimas, dicta los precios y puede comercializar mercancías a precios más bajos. (…)
Pero también es una mala noticia para la ciudad y el cercano Santuario de Santa Rosa, donde numerosas aves marinas se reproducen y crían a sus pichones. (…) Incluso antes de entrar en uso el megapuerto, los pescadores locales ya se quejaban de la caída de las cuotas de captura y de la menor diversidad en las redes. Además, millas de familias en la ciudad de 60.000 habitantes tienen que prepararse para ser expropiadas como parte de la próxima fase de construcción del puerto.”
(cp/rml)
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