La compañía de taxis Uber que funciona a partir de una aplicación en teléfonos inteligentes ha sido prohibida en Alemania.
Un tribunal en Fráncfort juzgará que la firma carece de los permisos legales necesarios para operar bajo la legislación alemana.
En las últimas horas se informó que la compañía fue informada la semana pasada de que ya no podía transportar pasajeros y que sería sancionada en caso de seguir operando.
La publicación alemana El espejo afirmó que la prohibición puede ser levantada, ya que se espera otra audiencia para volver a debatir la legitimidad de Uber.
La firma, con sede en San Francisco, Estados Unidos, permite a los pasajeros solicitar un taxi con una aplicación móvil que indique cuál es el vehículo más cercano al cliente.
Su implementación en varias ciudades europeas y latinoamericanas provocó protestas de conductores de taxis tradicionales y sindicatos de taxistas.
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Protestas
En junio pasado, los tradicionales taxis negros londinenses bloquearon calles y edificios del centro de la capital británica en rechazo a lo que ellos consideraron la inacción de las autoridades para hacer cumplir las regulaciones vigentes, permitiendo operar a servicios como Uber.
En París, los taxistas criticaron por su parte que la compañía estadounidense es un producto trasnacional, que lejos de atraer dinero al fisco de la ciudad se lo lleva, en cada pago con tarjeta de crédito.
Pero en ciudades de Estados Unidos con transporte público deficiente y pocos taxis a disposición, como Miami, los usuarios han realizado campañas para impulsar la llegada de Uber.
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