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Mientras se restablecía la electricidad en algunas partes de Cuba luego de un apagón en toda la isla, el sábado se produjo nuevamente un colapso total de la red eléctrica, lo que dejó alarmados a muchos en todo el país.
Medios estatales informaron que a las 6:15 horas hora local se produjo la desconexión total del sistema electroenergético nacional. La Unión Eléctrica trabaja para restablecer el suministro eléctrico.
El sábado por la mañana había pocos coches en las calles de la capital, La Habana. Los semáforos no funcionaban. La gente salía a buscar comida ya que gran parte de lo que tenían en el frigorífico ya estaba estropeado. Un número limitado de tiendas estaban abiertas. Algunas tiendas estatales abrieron sin electricidad, mientras que algunas de propiedad privada funcionaban con generadores.
En el exclusivo barrio de Vedado de la capital, el gobierno abrió el sábado un mercado al aire libre en un parque con productos agrícolas que incluyen tubérculos, arroz y algunas hortalizas.
Inicialmente, el viernes alrededor de las 11 de la mañana se había cortado la electricidad en toda la isla, después de que fallara su mayor central eléctrica, la termoeléctrica Antonio Guiteras. Casi todos los 10 millones de habitantes de Cuba estaban a oscuras.
Antes del colapso del viernes, el gobierno había tratado de evitar un apagón total cerrando escuelas y manteniendo en casa a la mayoría de los trabajadores estatales para conservar energía, pero no fue suficiente.
Los cortes de energía son crónicos en Cuba desde hace años y han empeorado en los últimos meses.
La envejecida y desmoronada infraestructura del país comunista requiere un mantenimiento constante, y el gobierno a menudo ha culpado al embargo estadounidense de décadas contra Cuba por dificultar la importación de piezas. El gobierno también ha citado la creciente demanda de energía y la escasez de combustible utilizado para encender sus plantas como causas de constantes apagones. En algunas provincias fuera de la capital, La Habana, muchas personas han tenido que lidiar con cortes de energía que duran hasta 20 horas seguidas.
En el noticiero estatal de la noche del viernes, el presidente Miguel Díaz-Canel dijo que nadie descansará hasta que se restablezca el servicio eléctrico. Culpó al embargo estadounidense a Cuba por la falta de combustible y divisas fuertes que necesita. Advirtió que una vez restablecido el suministro eléctrico, los apagones en todo el país continuarán periódicamente.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, acudió a X el sábado para reiterar el mensaje. Dijo que los daños causados por el embargo en 18 días equivalen “al costo anual de mantenimiento del sistema electroenergético nacional”. Dijo que no habría apagones si se levantara el embargo. “El gobierno de Estados Unidos podría apoyar al pueblo de Cuba…, si quisiera”.
Cuba ha estado en medio de una crisis económica impulsada por el endurecimiento de las sanciones estadounidenses bajo la administración del expresidente Donald Trump y el efecto devastador que tuvo la pandemia en el turismo en la isla, una de las fuentes de ingresos más lucrativas para el gobierno.
La economía dominada por el Estado depende principalmente de las importaciones y, ante la falta de divisas fuertes, los cubanos han estado lidiando con escasez de alimentos, medicinas, agua y combustible.
El suministro de petróleo se ha visto muy limitado después de que el aliado y principal proveedor de petróleo de Cuba, Venezuela, redujera la cantidad de envíos que envía a la isla. Otros países que han suministrado petróleo en el pasado, como Rusia y México, también han disminuido sus envíos.
La crisis económica de Cuba ha estimulado una migración masiva. Más de un millón de personas, o el 10% de la población de Cuba, han huido de la isla entre 2022 y 2023, según la oficina nacional de estadísticas del país.
Orlando Matos informó desde La Habana y Carmen Sesin informó desde Miami.
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