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En 1976, protagonizó su última película, un western llamado The Shootist en el que también participaron Lauren Bacall, Ron Howard y James Stewart.
Su papel principal, JB Books, era el de un hombre que se estaba muriendo de cáncer, una enfermedad que mataría a Duke en la vida real solo tres años después. Después de que le diagnosticaran cáncer de estómago, Wayne se inscribió en un estudio de vacunas para intentar combatirlo. Sin embargo, el hombre de 72 años estaba demasiado débil para comenzar la quimioterapia y el tratamiento experimental.
Su última aparición pública fue en la 51.ª edición de los Premios Óscar, el 9 de abril de 1979, donde Duke presentó el premio a la mejor película. Fue recibido en el escenario tras ser presentado por Johnny Carson, y llegó entre una ovación de pie. Wayne estaba notablemente más delgado y llevaba en secreto un traje de neopreno debajo del esmoquin para hacerse más fuerte. Tras agradecer a la audiencia los aplausos, la leyenda del western habló antes de anunciar que El cazador era la ganadora.
Dijo: “Gracias, damas y caballeros. Es prácticamente la única medicina que un hombre necesitaría. Créanme cuando les digo que estoy muy contento de poder pasear por aquí esta noche. Bueno, Oscar y yo tenemos algo en común: Oscar llegó por primera vez a la escena de Hollywood en 1928, al igual que yo. Ambos estamos un poco curtidos por el clima, pero aún estamos aquí y planeamos estar por aquí por mucho más tiempo”.
Lamentablemente, Wayne murió solo dos meses después, el 11 de junio de 1979, rodeado de su familia. Su hija Aissa le tomó la mano y le preguntó si sabía quién era ella y él respondió con sus últimas palabras.
Duke dijo dulcemente: “Por supuesto, sé quién eres. Eres mi chica. Te amo”. Poco antes de morir, el hombre de 72 años se convirtió al catolicismo romano y pidió que su lápida dijera “Feo, Fuerte y Formal”, un epitafio español que significa “feo, fuerte y digno”.
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