La industria de la construcción está revolucionada. Dos tendencias la están transformando: la cultura del “hazlo tú mismo” y la tecnología de la impresión en 3D.
¿Qué pasa cuando ambas se combinan? Nacen proyectos hasta hace poco casi inimaginables, como la ambición de imprimir una casa en Marte o la de construir tu propio hogar en unos días y por menos de US$81.000.
Una colonia en Marte
La colonización de Marte podría estar más cerca de lo que parece.
Elon Musk, director ejecutivo de SpaceX, quiere construir una ciudad en el planeta rojo. La Agencia Espacial estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés) planea enviar gente para el 2035 y además está Misión Marte Unola versión semi suicida del Gran Hermano en el espacio.
Behrokh Khoshnevis, de la escuela de ingeniería Viterbi, en la Universidad de California del Sur, está trabajando ya en este ambicioso objetivo para la NASA.
La tecnología de construcción que están probando se llama Contour Crafter y consiste en la impresión en 3D de edificios de hormigón o concreto, capa por capa, utilizando un gigantesco robot-impresora que puede completar la misión en sólo 24 horas.
Las paredes están diseñadas con un sistema de cavidades internas para darle al edificio más aislamiento y fortaleza.
Aplicaciones en la Tierra
Pero más allá de los aviones marcianos, la tecnología será útil también en nuestro planeta.
Según Khoshnevis los usos más cercanos para este tipo de construcción serán probablemente en los mercados emergentes, donde hay una gran demanda de crear alojamiento rápido, barato y seguro.
Otro uso posible, añade el doctor en ingeniería, sería como alojamiento de emergencia en casos de desastre.
Pero Khoshnevis cree que en el mundo desarrollado su adopción será más lenta. Esta tecnología aún tiene muchas limitaciones: por mucho tiempo no va a reemplazar materiales como el cristal, el acero o la madera.
“Pero si puedes construir mejor, más rápido y más barato con esta técnica de cemento, habrá menos demanda de madera”, apunta.
“Así que no va a hacer que todo en la construcción se quede obsoleto, pero ciertos tipos de edificios definitivamente se van a construir de esta manera y no con el método tradicional”, comentó.
Si tienes prisa “hazlo tú mismo”
Quienes no pueden esperar a que se perfeccione la tecnología del Contour Crafer, tienen la opción de construir su propia casa.
El proyecto Wikihouse, por ejemplo, ofrece planos gratuitos descargables por internet.
“Wikihouse es un sistema de construcción que se fabrica digitalmente”, le dijo a la BBC Sarah Gold, diseñadora de Wikihouse y del estudio de diseño 00.
Los creadores del proyecto estiman que es posible construir una casa de dos habitaciones de 75m2 por menos de US$81.000.
Gold explicó que los usuarios reciben en el lugar de construcción un material cortado en láminas con tecnología CNC (control numérico por computadora), que se ensambla con un mecanismo especial que hace que unas piezas encajen con otras.
“Así que no necesitas tener ninguna de las habilidades tradicionales de la construcción para poder levantar la estructura. Nosotros construimos la estructura, la levantamos, la encajamos y después tú puedes empezar a ensamblar la membrana de aislamiento”, dijo la diseñadora.
Este sistema modular está en código abierto, bajo una licencia de Creative Commons.
Una revolución en la industria
“Es más fácil enviar recetas que enviar tortas y galletas”. Esta cita, el célebre economista británico John Maynard Keynes, resume el enfoque de los creadores de Wikihouse.
“Es la misma revolución que hemos visto en internet durante los últimos años”, explica el cofundador Alastair Parvin.
“El poder de YouTube nos hizo pasar de consumidores a productores de películas, el poder de Wikipedia de consumidores a productores de información y todo eso es lo que está pasando ahora con cosas como la impresión en 3D: esa misma altera se está trasladando al mundo reales”, explicó.
Lewis Blackwell, del Building Centre, concuerda en que hasta hace poco la industria de la construcción se había escapado a este tipo de revuelta.
“Es tal vez el principio del desbaratamiento de las estructuras profesionales en la industria”, dijo.
“Empieza a desmitificar la industria, y quizás aumenta las expectativas de lo que puedes esperar de un profesional porque ahora tú sabes que puedes hacer más”.
Y si el diseño es prioridad…
Si el tiempo no urge y el diseño es prioritario, otro proyecto está cobrando fuerza: Paperhouses, “arquitectura en código abierto”.
Se trata de una plataforma que actualmente está registrando usuarios antes de lanzar una serie de diseños descargables realizados por grandes arquitectos.
Los planes, gratuitos, podrán adaptarse al gusto de los usuarios.
La diferencia con Wikihouse es que, a menos que seas un profesional de la industria, es poco probable que tú puedas construir estas casas.
Papaerhouses planea conectar a los usuarios con su red de socios constructores para adaptar los diseños a la topología, atmósfera de cada lugar y otras consideraciones como el impacto ecológico.
“El sitio será un foro donde inicialmente se podrán compartir ideas y en el futuro se podrán manipular los modelos”, dice Joana Pacheco, de Paperhouses.
Pero el proyecto ha encontrado cierta oposición.
“Los arquitectos tienen posturas muy fuertes al respecto”, según Pacheco”.
“Aunque algunos acogieron la idea, otros sienten que el proyecto desacredita su arte y profesión”, comentó.
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