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Después de Vive y deja morir de 1973, la segunda película de James Bond de Roger Moore llegó un año más tarde: El hombre de la pistola de oro.
La adaptación libre de la última novela de 007 de Ian Fleming vio al actor coprotagonizar junto al primo del escritor, Christopher Lee, el personaje principal, Francisco Scaramanga.
Ambos eran buenos amigos y disfrutaban de la mutua compañía en Tailandia.
Un día, Moore encontró una cueva llena de murciélagos y no pudo resistirse a contarle a Lee sobre su descubrimiento y bromeó con la estrella de Drácula: “Maestro, ¡están a sus órdenes!” Pero este no fue el último de los hallazgos del actor.
Durante el rodaje en Bangkok, la producción de El hombre de la pistola de oro filmó la persecución en barco por los canales de la ciudad, conocidos como klongs.
La estrella de Bond contó en su autobiografía cómo se había caído al agua dos veces. La primera porque le dijeron que no lo hiciera y la segunda a propósito.
En la segunda caída, se topó con la visión más espantosa debajo de la superficie y pronto se dio cuenta de por qué le habían advertido que no dejara que el agua entrara en su boca.
Moore, que tenía 46 años cuando filmó El hombre de la pistola de oro, escribió en su autobiografía: “Cuando llegamos a Bangkok filmamos otra persecución en barco, esta vez en los klongs, los canales que se encuentran alrededor de la ciudad. Se corrió la voz de que, si nos cayéramos, bajo ninguna circunstancia debíamos dejar que el agua sucia pasara por nuestros labios. Yo mismo me caí, dos veces, de hecho. La primera vez fue deliberada, pero la segunda vez fue cuando tomé una curva del río, debajo de una funeraria, un poco demasiado cerrada y perdí el equilibrio”.
Moore continuó: “Me quedé debajo para evitar la pala del rotor, pero cometí el error de abrir los ojos y descubrí lo que el enterrador hizo con algunos de los cuerpos de las personas más pobres. Cuando miro hacia atrás en la secuencia ahora, me estremezco al pensar en empujar al niño que se subió al bote de Bond tratando de vender un elefante de madera, hacia el klong”.
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