El calor extremo está cambiando dónde y cuándo vacacionamos

Cathy Balestriere esperaba un número de reservas “especialmente bajo” el mes pasado en Crane’s Beach House, el hotel boutique que gestiona en Delray Beach, Florida. En cambio, aumentaron un 12% respecto del año anterior.

“Parece un milagro teniendo en cuenta la situación en la que nos encontrábamos hace apenas unas semanas”, dijo.

No es un milagro. Es el clima.

El aumento coincidió con una sofocante ola de calor de mediados de junio en el Medio Oeste y el Noreste, que puso a más de 80 millones de personas bajo alerta de calor: la última serie de temperaturas inusualmente extremas impulsadas por un clima global que se está calentando a un ritmo récord.

Florida puede no ser el primer destino que les viene a la mente a quienes buscan combatir el calor, pero es el lugar al que algunos se dirigen después de que sus ciudades natales se vuelven igual de sofocantes.

En esta época del año, la mayoría de los huéspedes del Crane’s son viajeros del estado o de la región, dijo Balestriere. Pero muchas de las reservas sorpresa de último momento vinieron de Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania y Texas. En Delray Beach también ha hecho calor, pero los visitantes del hotel “al menos pueden disfrutar de la brisa del mar y del acceso a la playa y a las refrescantes piscinas”, dijo.

Una historia similar ocurre en el Lake Nona Wave Hotel de Orlando, donde las reservas aumentaron un 45% en las últimas tres semanas en comparación con el año anterior, principalmente desde el noreste y Texas.

“Algunos huéspedes nos comentaron mientras se registraban que el calor en casa es insoportable”, dijo el director de ventas y marketing, James Tattersall.

Los “pájaros de invierno” suelen dirigirse al sur, a Florida y otros estados más templados en invierno y primavera, lo que crea una temporada alta allí cuando hace mucho frío en el norte. Pero Crane’s Beach House ahora ve una oportunidad creciente en los meses más cálidos. Ya ha modificado su calendario editorial estacional, su estrategia publicitaria de Google y los mensajes de su boletín informativo para captar más demanda fuera de temporada, dijo Balestriere.

Es parte de un cambio más amplio que ha estado en marcha durante años a medida que los lugares turísticos más atractivos se adaptan a la demanda cambiante vinculada a la evolución del clima estacional.

Si bien no todos los lugares están sintiendo el impacto de la misma manera, o en absoluto, “no hay duda de que estamos viendo una creciente preferencia por destinos con temperaturas de verano más cómodas junto con el aumento de las temperaturas globales”, dijo Jesse Neugarten, fundador y director ejecutivo de Dollar Flight Club, un servicio de alerta de ofertas de viajes.

De mayo a junio, la plataforma tuvo un aumento del 31% en las reservas de vuelos y el interés de ciudades del norte como Nueva York y Boston hacia destinos en Florida, dijo, “donde los viajeros buscan alivio de las olas de calor”.

El clima abrasador en casa también está empujando a la gente a buscar climas más frescos en el extranjero. Si bien las reservas de hoteles en Italia, un destino de verano desde hace mucho tiempo, han aumentado un modesto 3% desde el año pasado, “es Escandinavia la que está viviendo un momento de gran popularidad”, dijeron los investigadores de la red de viajes de lujo Virtuoso en un informe reciente.

Las reservas en la región han aumentado un 25% desde el año pasado, con aumentos aún más pronunciados, del 49% y el 47%, en Islandia y Suecia, respectivamente. Incluso los Países Bajos, donde las autoridades han tratado de reducir el volumen de turistas, están viendo una demanda hotelera un 33% mayor esta temporada, según Virtuoso.

“Decidí que ya estaba harto de los veranos en Washington DC”, dijo Andy Knestaut, un jubilado de 59 años que estaba considerando un viaje con su esposa a algún lugar de Sudamérica antes de optar por el norte de Europa. “Elegimos Copenhague y añadimos dos países bálticos. Iremos desde finales de julio hasta finales de agosto”.

En algunas partes del continente hace tanto calor durante el verano que la típica temporada alta se está alargando, dijo Rebecca Masri, fundadora y directora ejecutiva de Little Emperors, un club hotelero de lujo para miembros privados.

“Como el clima en el sur de Europa se mantiene cálido, las tendencias de reservas están cambiando a septiembre, octubre e incluso noviembre”, dijo, ya que algunos hoteles y complejos turísticos que suelen cerrar al final del verano extienden sus operaciones. “Estos meses se están convirtiendo en la nueva temporada alta”.

Los consumidores verán cada vez más esos cambios reflejados en los precios, afirmó Chris Lafakis, director de Moody’s Analytics.

“No hace falta ser rico para ir de vacaciones, pero será más caro viajar a los destinos más favorables”, afirmó. “Quienes tengan los medios para hacerlo podrán hacerlo, y quienes no los tengan, lamentablemente, no tendrán tantas opciones a las que recurrir”.

Según la plataforma de reservas Hopper, a medida que las aerolíneas han aumentado su capacidad, las tarifas aéreas nacionales e internacionales han caído en porcentajes de dos dígitos en esta semana de vacaciones del 4 de julio en comparación con el año pasado, a pesar de que se esperaban volúmenes récord de viajes. Pero si bien las tarifas promedio de las habitaciones de hotel en algunos países más fríos del norte de Europa se han estabilizado desde el aumento del año pasado, están aumentando en las áreas populares: un 18% en Islandia y un 47% en Noruega, dijo Virtuoso.

Según Lafakis, los cambios en los patrones de viajes provocados por el clima crearán ganadores y perdedores económicos. “Probablemente, entre el 20% y el 30% del daño general a la economía causado por el calor se debe a la disminución del turismo”, afirmó. A medida que aumentan las temperaturas estacionales, los posibles visitantes “pueden ir a otro lugar o elegir no ir en absoluto”.

Algunos expertos de la industria no están tan preocupados.

Durante el calor, “los viajeros suelen cambiar su comportamiento en lugar de cancelar un viaje”, dijo Tiffany Townsend, portavoz de Turismo y Convenciones de la Ciudad de Nueva York. “Es posible que visiten más museos y atracciones en interiores o hagan más compras” mientras afuera hace un calor abrasador y programen actividades al aire libre temprano o tarde en el día.

Heather Dickie, de 69 años, consultora de marketing que vive en Texas, dijo que su itinerario de viaje aún está cambiando, pero que necesita un descanso del calor. “Si puedo salir de Dallas”, donde las temperaturas ya han alcanzado los tres dígitos, “Alaska me parece bien”, dijo.

Pero es más probable que se dirija a unos 650 kilómetros “un poco más arriba” hacia Taos, Nuevo México, para disfrutar de un respiro relativo de temperaturas máximas de alrededor de 85 °F. “Tengo amigos en esa zona”, dijo, “y estoy pensando en finales de julio o agosto para una escapada agradable y fresca”.