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Durante las investigaciones en el yacimiento arqueológico de Łysa Góra (Polonia), se han desenterrado casi 350 artefactos, incluido un raro casco celta de 2.300 años de antigüedad, lo que confirma aún más la presencia celta en el noreste de Polonia.
El casco celta fue descubierto el 10 de agosto de 2024 en una investigación realizada por el Museo Arqueológico de Varsovia con la participación de la Facultad de Arqueología de la Universidad de Varsovia, dijo a Fox News Digital en un correo electrónico el Dr. Bartłomiej Kaczyński, quien dirigió las excavaciones.
“El descubrimiento es importante porque es el primer casco de La Tène del siglo IV a. C. hallado en suelo polaco y el segundo en la historia”, afirmó Kaczyński, explicando que el primero se encontró hace más de 40 años en el sur de Polonia y data del siglo I a. C.
En agosto se descubrió un raro casco celta antiguo, que se cree que data de hace miles de años. (Museo Arqueológico Estatal, Varsovia)
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Los antiguos celtas eran un grupo de personas muy extendido que ocupaban Europa occidental y central. Las reliquias monumentales descubiertas, como el casco antiguo, confirman aún más la presencia de los celtas en el norte de Polonia.
“Se trata de un hallazgo completamente aislado de las tierras de origen de los celtas, es decir, el sur de Polonia, Eslovaquia y la República Checa, y se encuentra en la zona norte de Mazovia (noreste de Polonia). Su presencia, junto con varias decenas de objetos de origen celta (herramientas, adornos femeninos, broches para abrochar la ropa), atestigua la presencia de los celtas en este yacimiento”, añade Kaczyński.
Según Kaczyński, el motivo del asentamiento celta en el norte se debe al ámbar, que describió como un “bien deseable en el mundo mediterráneo”.
El casco de bronce, originalmente forrado con cuero o tela, fue descubierto en un pozo de carbón, junto con cuatro hachas de hierro. El objeto probablemente perteneció a una élite celta y tenía una finalidad mayor que la de protegerse de daños en una batalla militar.
El casco celta fue uno de los cientos de artefactos antiguos desenterrados en Łysa Góra. (Museo Arqueológico Estatal, Varsovia)
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“Los cascos, sobre todo los de bronce, no tenían una función exclusivamente militar: la fina chapa metálica no protegía del impacto de las puntas de lanza, las hachas y las espadas. Visibles y brillantes desde lejos, indicaban la posición excepcional de su propietario, probablemente rico o poderoso, una especie de ‘corona’ tribal. Esto demuestra que mucho más allá del mundo celta existía un grupo de celtas, con un líder, un administrador, que cumplía una función específica, probablemente la de vigilar la ruta comercial”.
Durante las investigaciones realizadas en 2024 en Łysa Góra, el casco celta fue uno de los hallazgos más importantes de los casi 350 que se encontraron.
Entre otros objetos encontrados se encuentran herramientas de hierro y joyas como pulseras, collares y pendientes, dijo Kaczyński. Otros objetos encontrados incluyen “elementos de arneses” que apuntan a la cría de caballos en la zona.
El casco celta está siendo restaurado actualmente en el Departamento de Conservación del Museo del PMA. (Museo Arqueológico Estatal, Varsovia)
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En cuanto al casco celta, el artefacto fue encontrado en malas condiciones, por lo que los esfuerzos de restauración en el Departamento de Conservación del Museo del PMA están actualmente en marcha, lo que Kaczyński estima que durará alrededor de seis meses.
A partir de 2026, quienes visiten el Museo Arqueológico Estatal de Varsovia podrán ver la pieza antigua expuesta.
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