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Una plaga de mosquitos, una tormenta, la pérdida de un titular defensivo y una serie de decisiones del VAR: Alemania se ha enfrentado a casi todo en los últimos días (¡excepto retrasos en los trenes!)
Pero lo superó todo y alcanzó los cuartos de final de un gran torneo por primera vez en ocho años.
La victoria 2-0 ante Dinamarca en su partido de octavos de final de la Eurocopa 2024 fue una locura, como solo puede serlo el fútbol de eliminatorias internacionales. Un comienzo furioso, dos goles anulados y una tormenta que obligó a suspender el partido por 25 minutos.
Fue un espectáculo emocionante que solo hará que más gente crea que Alemania puede ganarlo todo.
“Tuvimos algunos aficionados locos aquí hoy y el estadio tembló”, dijo Nico Schlotterbeck a la televisión pública ZDF. “Liberamos algo en el país. Estamos jugando con euforia, con diversión, y ahí es cuando el fútbol es más hermoso”.
Un Nagelsmann seguro de sí mismo
Quizás Julian Nagelsmann lo sabía desde el principio. La noche anterior, había dicho que se sentía tan cómodo con la preparación de su equipo que se iría a la cama con la mente tranquila.
Literalmente hablando, el centrocampista alemán Robert Andrich dijo que la perspectiva de este partido de eliminación directa le daba alas. A las 09:05 pm del sábado, hora local, era fácil de entender por qué los dos habían llegado al partido sintiéndose así.
Alemania salió volando en la cancha. Schlotterbeck, que sustituyó al suspendido Jonathan Tah, marcó a los tres minutos, pero su cabezazo fue anulado por falta en la jugada. Siguieron oleadas tras oleadas de ataques, pero lo único que aterrizó fue la tormenta.
La pausa que se produjo a la mitad de la primera parte como resultado de un intenso período de lluvia, viento, relámpagos y ocasionales truenos fuertes podría haber desequilibrado a equipos peores. No así a este equipo alemán.
Los anfitriones reanudaron el partido como si no hubieran parado. Kai Havertz tuvo un cabezazo detenido de manera brillante, Schlotterbeck estaba en todas partes, animando a la multitud, cabeceando hacia la red lateral y luego casi regalándole un gol a Dinamarca. Los primeros 45 minutos de juego fueron asignados, pero de una manera que parecía que Alemania podía manejar.
Lo que estaba fuera de su control era el árbitro asistente de video (VAR), y fue aquí donde Alemania recibió el rebote del balón. La diferencia entre ganar o perder no fue de un centímetro, pero sin duda fue ese pequeño margen el que cambió el rumbo del partido.
Después de todo, esa fue la distancia que anuló el gol de Joachim Andersen tras el VAR. Instantes después, un centro rozó las yemas de los dedos de Andersen, el VAR intervino y pitó penalti por mano.
Havertz marcó de forma soberbia y Dinamarca pasó de ir ganando por un gol a ir perdiendo por un gol gracias a dos decisiones controvertidas. Cuando Jamal Musiala remató por encima de la portería un precioso pase de Schlotterbeck para doblar el marcador, el partido se acabó.
Los tiempos están cambiando
La última vez que Alemania ganó un partido eliminatorio en un gran torneo sin goles al descanso fue la final de la Copa del Mundo de 2014. Los tiempos están cambiando porque este equipo liderado por Nagelsmann es diferente.
Y el momento tampoco es irrelevante. En 2024, con las guerras internacionales que afectan a Alemania y los recientes resultados de las elecciones europeas que sugieren que el país sigue dividido, este equipo está haciendo su parte. Esperar que sanas las heridas o cerrar las divisiones políticas es una locura, pero podría tener un impacto más allá del campo, aunque sea temporalmente.
El capitán Ilkay Gündogan dijo recientemente al portal deportivo The Athletic que esta plantilla alemana representa al país: “Hay jugadores con antecedentes de inmigración. Es lo que es la Alemania moderna. Funciona muy bien en nuestro equipo y funcionaría muy bien en la sociedad, pero No siempre es tan fácil”.
Y Nagelsmann se hizo eco de las palabras de su capitán, al agregar después de la victoria: “Tenemos una mezcla brillante de personas nacidas en diferentes países que viven en Alemania. Tenemos una comunidad cálida y todos son bienvenidos. Tenemos un equipo brillante y cada carácter encaja con el de los demás”. (rr/ee)
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