Entre la suspensión durante 25 minutos del partido por una tormenta eléctrica con una tremenda tromba de agua, un gol anulado a cada equipo por la revisión del VAR, las ocasiones de los dos selecciones y un penalti fortuito que aclaró todo su panorama, Alemania superó la prueba, doblegó a Dinamarca y avanzó hasta los cuartos de final de la Eurocopa 2024, pendiente de su siguiente desafío: España o Georgia.
Un triunfo subido en una montaña rusa, cuyo comienzo fue fulgurante, imponente. Después de perder fuerza para resolverlo todo en la segunda parte, impulsado por la mano de Andersen que detectó el VAR y decretó el árbitro Michael Oliver en el penalti que transformó en el 1-0 Kai Havertz y lanzado ya definitivamente hacia la clasificación por el 2- 0 de Jamal Musiala.
EE (afp, efe)
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